Capítulo dos

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Hola, he vuelto para continuar esta historia.
Será actualizada todos los Martes.

Como pueden ver los capítulos serán algo cortos, pero desde el próximo Martes actualizaré dos capítulos por día de actualización.

Gracias por esperar y seguir leyendo. ♡

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SooBin estaba feliz de haber dejado a Kang desde dos cuadras atrás, ya que no quería dejarlos solos a pesar de la insistencia de Huening, quien mantenía su mentira.

—¿Nos dirigimos a tu casa?

—No, debo comprar pan o mis hermanas no me dejarán entrar, ¿te gusta el pan?

—No.

SooBin chocó contra la espalda de Kai, el niño volteó para mirarlo como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.

—Es broma, ¿no?

Se encogió de hombros —. No suelo comerlo.

—Estás mal —negó con la cabeza, sus cejas aún alzadas —. Yo haré que lo ames, ¡vamos!

SooBin seguía caminando unos pasos detrás de Kai, hasta que el niño volvió a parar y el mayor suspiró cansado.

—Hey, ¿por qué caminas como si fueras mi guardaespaldas? —ladeó la cabeza con el entrecejo arrugado antes de sonreír —. Oh, cierto.

El tic estaba de vuelta. SooBin quería pasar sus manos alrededor de su bonito cuello y hacer que se desmaye, así sería más fácil de tratar.
Bueno, no se atrevería a hacerlo, pero era un mocoso molesto, seguro que necesitaba alguna reprimenda, sólo para que sea más respetuoso.

De todos modos, hasta ahora era un poco mejor de lo que SooBin creyó que sería.

Kai estaba en lo correcto, SooBin era básicamente su sirviente, y aunque él niño aún no tenía que saberlo, Choi estaba obligado a obedecerlo en todo.

Había escuchado todo tipo de comentarios familiares debido a su mala suerte, comentarios que francamente lo asustaban, porque Kai podría pedirle que le besara los pies y... Sí, tendría que.

Ante el pensamiento SooBin hizo una mueca de asco. Despreciaba a ese niño, despreciaba lo que significaba y también despreciaba a ese estúpido dios.

Pero él era blandito, con un corazón fácil de convencer. No permanecía el odio durante mucho tiempo. Así que suspirando, se calmó visiblemente y dejó de insultar al niño en su cabeza.

Bien, pensamiento positivo. Quizá no sea taaan malo. Quizá sólo quiere atención o es muy joven, los adolescentes son así.

Bueno, él era uno también, casi que no, pero su madre siempre le dijo que cargaba una cabeza vieja sobre sus pequeños hombros, por raro que sonara.

—Esta es la panadería favorita de mi familia, siempre me mandan aquí a comprar.

SooBin alzó la vista para encontrarse un lugar bonito y de colores neutros cuyo olor ya había sentido una cuadra atrás.

Entraron al local y el niño que parecía saberse en dónde se encontraba cada tipo de pan caminó por todo el lugar colocando varias piezas en la charola.

SooBin se perdió en el lugar donde tenían los postres de colores llamativos y figuras, había un muffin del Comegalletas, un brownie de Elmo, una galleta de Ryan, entre otras cosas graciosas. SooBin sonrió mientras miraba la comida.

Heritage [ SooKai ]Where stories live. Discover now