Las fotografías

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La rubia caminaba junto a sus amigos, hablaban de la salida de ella y la Senju esa misma tarde, no tenía algún plan para su encuentro, y sus dos amigos le ayudaban a que su cita no fuera un desastre tal como su anterior encuentro.

—No tengo la mínima idea de qué haremos está tarde— exclamó deprimida la rubia  mientras caminaba cuan sus amigos.

—¡Lo tengo!— exclamó Chōji chasquendo los dedos, pero antes de que pudiera decir algo la rubia lo interrumpió —No Chōji, no la llevaré a comer, no es nada divertido—. El pelirrojo frunció el ceño frustrado.

—Yo sólo quería dar alguna idea, es lo mejor que tienes hasta ahora— dijo indignado —Además, a mí me encantaría— comentó mientras deliraba con miles de platos de comida.


—Que problemático es esto— exclamó el azabache fastidiado. —Sólo llévala a casa y prepara algo, tus padres no están, se fueron de misión, tardarán días en regresar. No te molestes tanto por este encuentro, solo deja que todo fluya, si todo sale bien, la próxima vez harán algo más divertido—dijo el Nara


A la rubia le gustaba la idea, no había lugar donde se sientiera mas cómoda que en su casa.


[...]

La rubia tenía todo listo, sólo le faltaba cambiarse de ropa, no tardó mucho, y el timbre sonó, rápidamente la ojiazul giró la perilla.

—¡Hola...!— su expresión cambió en cuestión de segundos, no era a quien esperaba.

—Cielos, no sabía que me esperabas con tanta emoción, cariño— habló una voz dulce de una joven frente a la Yamanaka.

—¿Pero qué haces aquí?¿Qué quieres, Sakura?— cuestionó la rubia y cruzada de brazos. —Estoy ocupada, tengo que hacer algo— continuó —Vete — cerró la puerta, pero la mano de la joven lo impidió.

—Sólo pasaba a visitarte— empujó ligeramente la puerta dejándola abierta de nuevo, lentamente se acercó a la rubia, la tomó del mentón y la acercó a sus labios, lo suficiente para poner a Ino los nervios de punta y que su temperatura subiera rápidamente.

La Yamanaka se maldecía por no controlarse, ahora Sakura tenía toda la situación bajo su control.

—Oh cariño, después de todo lo que hemos pasado y aún sigues sonrojandote como cuando sólo éramos un par de adolescentes— exclamó burlona la pelirrosa siguiendo adentro de la casa.


La rubia frunció su ceño y cerró la puerta.

Mientras la Haruno se dirigía a un armario cercano, la rubia se encontraba preocupada por la llegada de la Senju.

—¡Maldición, Sakura! tienes que irte— ordenó Ino molesta.

—¿Por qué debería hacerlo?¿Acaso esperas a alguien?— preguntó mientras abría uno de los cajones (divisiones) del mueble. Sacó un portarretratos.

—No es de tu incumbencia.

—Deberías mantener esto a la vista, deben saber que eres mía— exclamó la Haruno mientras ponía el retrato encima  del mueble. (Imagen en multimedia)

Enamorada de una Flor | Ino Yamanaka y Tú [Yuri +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora