━𝗔𝗥𝗠𝗜𝗡 𝗔𝗥𝗟𝗘𝗥𝗧 ፧ ❝𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗❞.

―𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕: 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒚.

En ocasiones, trato de comprender aquella belleza que siempre irradia cada vez que me mira. Su rostro tan sereno, esos dos ojos que son una galaxia para mí, ese cabello que baila a un compás a causa de la brisa, y esos labios que indescriptiblemente son mi perdición, me han enamorado por completo. Creí haber encontrado la verdadera belleza al presenciar el mar, creí encontrar mi sueño al leer los libros que hablaban todo sobre el mundo exterior, creí suponer que había encontrado todo lo que siempre anhelé de niño, pero me equivoqué. La verdadera belleza está sosteniéndome de la mano, mi mundo es sostenido por una mano tan simple y no merecedora como la mía. A veces me pierdo en su rostro y su voz serena, no logro controlar ello mismo y mi vista sólo es clavada en ella. Verla reír es ver como la octava maravilla, escuchar como nombra Armin es sencillamente perfecto. Nunca pensé que mi nombre se escuchara tan bien viniendo de un ángel, o más bien, nunca pensé en tener a un ángel que lo dijese. En verdad me he ganado más que una simple lotería con ella, siento como si hubiese ganado una nueva vida lleno de esperanzas y mayor diversión. Pensé que mi única familia era Eren y Mikasa, pero ya he encontrado ese miembro faltante dentro de ello. Mi nueva familia es simplemente ella, o creo que es más que una familia.

-Oye, Armin. ―Decía tomando con mayor fuerza de mi mano para llamar mi atención. ―vamos a sentarnos en esa banca, sería bueno descansar.

No fui capaz de soltar alguna palabra en el momento, no creí necesario hacerlo mientras hablaba como un ángel. Hace un tiempo la invité a salir al parque, pensé que sería un buen momento para así recompensar todo el tiempo que no hemos estado lo suficientemente juntos. La legión nos arrebata mucho de nuestro tiempo, tanto que es una dificultad encontrar un momento para ambos. En algunas ocasiones, trataba de observar hacia los lados para no encontrarme a Eren y a los demás espiándonos, no es nuestra primera cita, pero sí la primera en la que yo la he invitado a salir. Siempre quise ser el primero en proponerlo, pero al final del día, mis nervios no eran de ayuda y hacían que la oportunidad se desvaneciera. No tengo idea de como logré encontrar la oportunidad exacta para ello, pero sé que no me arrepiento. Mientras tomábamos asiento, traté de que mi cerebro funcionara aunque sea una sola vez en el día. Siempre que necesito la iniciativa para dar un cumplido, sólo la dejo escapar por miedo a equivocarme. Trato que ella sepa sobre lo que siento más a menudo, pero todo es a través de cartas y no quisiera que sea el único medio en el cual ella observe mis sentimientos.

-Armin, ¿te encuentras bien? ―decía con total calma mientras sentía mi rostro arder. ―¿estás enfermo? Creo que deberíamos de regresar.

-¡No te preocupes, yo estoy bien!

Esa sensación de no poder hacer nada me invadía nuevamente, trataba de no chocar entre mis propias palabras para ser lo más coherente posible. Creo que ni siquiera logré tolerar todos esos pensamientos que se cruzaban una y otra vez, tanto que sólo cerré mis ojos de un golpe y así tratar de guardar un poco la calma. No creí que funcionara pero tampoco perdía nada. De un momento a otro, sentí como posaba en mi frente su mano tan cálida y suave. Al presenciar aquella sensación, fue inevitable abrir mis ojos de una forma lenta pero ansiosa, para así poder observarla frente a mí. Ella se encontraba tomando de mi frente para medir mi temperatura. Tenía una expresión tan pacífica y a la vez llena de dulzura, sus labios se movían a medida hablaba conmigo, pero mis oídos no eran capaces de escuchar tan hermosa melodía. O tal vez, ¿era que sólo me dejé llevar por su belleza y no noté lo que decía? Cual fuese la respuesta, sabía que disfrutaba de observarla.

-Te ves tan hermosa. ―Dije interrumpiendo lo que trataba de decirme. Me dejé llevar y no supe el porqué lo hice.-Disculpa, no era mi intención interrumpirte. ―Clavé mi vista al suelo mientas ella quitaba su mano de mí.-Discúlpame de nuevo, pero no creo poder ser lo suficientemente bueno para ti.

-¿Por qué dices eso, Armin?  ―Su voz reflejaba preocupación y a la vez esa pizca de curiosidad.

-Porque no entiendo qué hace una diosa al lado de alguien tan simple como yo.-mis manos comenzaron a temblar por el simple miedo de ser escuchado por ella, mientras que armé ese poco valor dentro de mí para observarla nuevamente. ― ¡Yo te amo!... Yo te amo, en verdad... Te amo tanto que se me hace difícil abrir todo lo que en verdad siento. Eres una diosa y un ángel a la vez, en verdad no entiendo porqué estás conmigo si no tengo lo que tú mereces. Pero créeme que trato de ser lo que mereces, porque no te quiero perder y no quiero verte lejos de mí. Te lo he dicho en cartas pero creo que es momento de decírtelo de frente. Tú eres más precioso que un mar, eres mejor que cumplir un sueño tan anhelado, eres mejor que aquello que llaman perfección. En verdad, eres como una princesa de cuentos de hadas. Y tengo la mayor suerte del mundo al tener a una verdadera princesa a mí lado. Te amo, princesa. Espero perdones mi precipitación...