Os traigo mi primer Gif Series sobre Teen Wolf. Espero que os guste.
Todos los derechos reservados. Prohibida la copia o adaptación sin permiso de la autora.
Ninguno de los personajes o de los GIFs son de mi propiedad.
- Sí que lo harás, eres una Argent y los Argent somos cazadores.
Me cogió del brazo y bajamos al sótano donde encerraban a los sobrenaturales. Al entrar en la sala vi a un hombre encadenado. Mis ojos tuvieron que acostumbrarse para poder reconocerle y cuando lo hice casi se me cae el corazón al suelo.
Derek me miró a los ojos un segundo y luego apartó la mirada.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
- ¿Quién es? - le pregunté a mi abuelo.
- El Alfa de una de las manadas de Beacon Hills. Pero no lo será durante mucho más. Quiero que le saques cómo encontrar al verdadero Alfa y que luego lo hagas sufrir hasta la muerte. ¿Entendido?
Asentí levemente intentando mantener las emociones a raya.
- Volveré en quince minutos y espero que para entonces ya tengas algo.
Se fue dando un portazo. En cuanto estuvimos solos corrí hacia el hombre lobo y comencé a soltarle las ataduras.
- ¿Qué haces? - me preguntó.
- No voy a permitir que te hagan daño.
- Si no lo haces...
- Me da igual. Eres mi prioridad.
Se frotó las muñecas cuando estuvo libre.
- Necesito que me pegues - le dije.
Su cara se endureció.
- Tienes que pegarme - le repetí - No puedo decirle que te escapaste y no mostrar signos de lucha. ¡Hazlo!
Sentí su puño contra mi mejilla y acto seguido la cara me empezó a arder. No pensaba que dolería tanto cuando se lo pedí.
- Lo siento - dijo cogiéndome el rostro y acariciándome el moratón.
- Está bien.
Le hice un gesto con la mano para que me siguiera y lo guié hasta la salida trasera.
- Ahora vete.
- Te quiero - me dijo sin apartar su mirada de mis ojos.
Mi cerebro tardó unos segundos en procesar aquella declaración, era la primera vez que me lo decía.
Como respuesta lo besé profundamente y él me siguió con la misma fuerza. Ambos sabíamos que ese podría ser nuestro último beso.
- Te quiero - le susurré yo cuando nos separamos.
Salió sin hacer un ruido y lo vi desaparecer en el bosque. En ese momento se escucharon unos pasos sobre mi cabeza, Gerard ya volvía.