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EL SILENCIO INUNDABA LA HABITACIÓN mis manos descansaban sobre mi regazo y mi espalda se encontraba ligeramente recargada en el respaldo del sillón. Limpié mis mejillas con el dorso de mi mano y mire al frente.
━¿Estás mejor?...━preguntó Rachelle -mi psicóloga- viéndome desde su silla.
Sonreí ligeramente y asentí con la cabeza, ella me sonrió y me tendió pañuelo para que limpiará mis lágrimas.
━Solo necesitaba hablar, gracias.━murmurré mientras limpiaba mi rostro.
━Sabes que siempre puedes hablar conmigo, Lyn.
Stiles, yo tambien mentí, no estaba bien.
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Solo habían pasado unos días, pero nuestra amistad para mí seguía en pie.
Estaba tan emocionada...
La tienda de cómics que estaba unas cuadras de nuestra casa volvía a abrir.
Recuerdo mucho la vez en la que cerró, en ese lugar la mayoría del tiempo nos la pasábamos al igual que en el parque. Ese día fue un tanto malo.
Solo éramos unos niños, teníamos 10 años y para nosotros fue el fin del mundo.
Porque lo era.
Pero cuando me enteré que esa tienda estaba por abrir, regrese a casa después de ver el anunció en sus puertas, corrí emocionada a casa y subí casi cayendo hasta mi habitación.
Recuerdo cómo deje tirado mi bolso apenas llegar a mi habitación y subirme en mi ventana para pasar por las tablas del árbol y llegar a tu ventana. Está como de costumbre estaba abierta, todos los días de cada año tu la dejabas así para mí.
Así que entre.
Estabas de espaldas contra ella mirando una cosa con fotos y papeles, era como aquella cosa de los policías.
