Capitulo 1

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Abre la puerta de su casa y entra cerrando detrás de él. Va directamente hacia la habitación donde deja su bolso, se quita los zapatos, la camisa y se lanza en su cama suspirando.

Aún se está debatiendo cuál sería la manera que debería de elegir.

Después de que la semana pasada le rechazaran unas trece veces, pensó determinadamente en cuál de las dos opciones que cruzan por su mente debería realizar. Estuvo considerando la inseminación artificial, así que llamó al hospital para hacer una cita e informarse acerca de el tema y todo lo que conllevaba el proceso. Justo hoy después del trabajo pasó por el hospital para asistir a su cita, sin embargo, no está del todo seguro.

Mira el reloj en su muñeca y sabe que Christopher ha llegado. Quizás discutirlo con él no ayude mucho pero de todas formas podría darle una idea. Claro, excepto su "tenlo a los 40" o "simplemente no tengas ".

Después de darse una ducha rápida, sale de su apartamento y solo tiene que dar cortos pasos para llegar a la puerta de su amigo. No la toca, porque se sabe la clave, simplemente entra encontrándose con un castaño alistándose y una fragancia dulce en el aire.

—¿A donde vas?

Christopher lo mira terminando de abotonar su camisa.

—Hola Erick, ¿cómo estás? — pregunta sarcásticamente. — voy al cementerio ¿quieres ir?

Erick se encamina a la cocina buscando uno de los tantos Doritos que tiene el castaño. Vuelve nuevamente a la sala y se queda mirándolo.

—¿A donde vas? — achina los ojos, esperando una vez más la respuesta.

Ya listo, toma sus llaves antes de volver a rociarse un poco más de fragancia.

—Ya te lo dije, iré al cementerio.

—¿Irás a ver tú perro o algo?— carcajea— Tú familia goza de una maravillosa salud, Eres más cercano a mi y solo hablas con los amigos que compartimos en común, si se hubiera muerto algún ser querido de tus compañeros de trabajo estarías comiendo pizza y diciendo que la vida es corta. —suspiró sonriendo, mirando como el castaño gira los ojos— por último, cuando mientes sueles pestañear demasiado.

Dándose por vencido, Christopher solo se pasa las manos por el rostro.

—Está bien, tienes razón. —asiente.— ¿pero por qué el interrogatorio? ¿Pasó algo? Solo sueles hacerlo cuando tienes una disputa interna.— sonríe con superioridad, dejándole en claro que también lo ha descubierto.

Erick deja de sonreír y termina de sentarse en el sofá, haciéndole seña a Christopher que se dirigía a la puerta de que se sentara un momento.

—Erick, me están esperando ¿puede ser cuando regrese?

El ojiverde niega. —Es importante.

—Pero puede esperar. — el castaño abre la puerta mientras alarga las palabras.

—Bueno, entonces te acompaño y lo discutimos en el camino. — se levanta rápidamente y deja los Doritos en el sofá, acudiéndose las manos. —vamos-

—¡NO!

Christopher cierra la puerta tirando con fuerza de ella, provocando un escandaloso sonido que seguro se escuchó por todo el piso superior e inferior. Camina de vuelta hacia Erick y lo toma de los hombros sentándolo en el sofá.

—No tienes que, tengo tiempo suficiente para discutirlo.

Con su ceño fruncido, vuelve a tomar los Doritos para comer lo que queda de este.— Ok...

¡Erick quiere un bebé!  - JoerickWhere stories live. Discover now