No me llamo Fea

20 Dios me viste a los ojos y dijeste, aquí tienes 3 bombones hija

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Rachel.

- No lo sé Kath, nunca había hecho esto. - digo mientras me miro en el espejo, y es que la chica había tenido la loca idea de modelarle las prendas que había hecho. Incluso me maquillo cosa ni siquiera yo me reconocía, y es que muy poco utilizo maquillaje, es mejor que el rostro respire sin todos esos productos en el rostro, los lentes desaparecieron y llegaron los lentes de contacto. Aquello fue una osadía total, y ni hablar de los tacones, eran milimétricos y sentía que en cualquier momento caería al suelo como un mango del árbol.

- Vamos Rach, no será tan malo, solo mira lo linda que te ves.

- Sí, pero no se quinees estarán detrás de esa cortina, si es tu madre de seguro estaré despedida por estar siguiendo tus locuras.

- Mamá no hará eso bobita, ahora, sal y muéstrale a todos lo que tienes. - dice con una sonrisa. Sale corriendo atravesando la cortina dejándome sola, tomo varias veces grandes bocanadas de aire y me preparo mentalmente para hacer el ridículo, esas son las palabras correctas, porque no soy una maldita modelo. - debí rechazar esto desde el principio. - susurro para mí.

- ¡Ya sal! - ese es el llamado de Katherine Pierre. Con cada paso quedaba me sentía nerviosa, pero debía hacerlo de todas maneras, hago a un lado las cortinas y veo todo el panorama.

Michel, Dalton y Derek Pierre se encontraban sentados en frente de mí, aquella vista era la más maravillosa que habían visto mis ojos, Dalton tenía razón, los Pierre son hermosos como ángeles, sus característicos ojos azules brillaban con luz propia lo cual los volvía inigualable a otros chicos.

Al salir de aquella ensoñación, veo la sorpresa de todos en sus rostros, parecía que hubieran visto un fantasma.

- Les presento a Rachel Bundy, ella lleva puesto MC original, el cual será modelado en las pasarelas de la semana de la moda, ¿les gusta? - Kath se coloca a mi lado y les sonríe a sus hermanos.

- ¿Rachel? - pregunta un incrédulo Derek, el cual tenía días sin verlo ni saber de él. - Dios, estas irreconocible.

- ¿Cuántos años tienes Rachel? - pregunta Michel con una gran sonrisa.

- Deja de coquetear con Rachel maldito asalta cunas. - lo reprende Dalton.

- ¿acaso te molesta? - pregunta su hermano mayor incrédulo y cruzándose de brazos. ¿Molesto? ¿Por qué estaría Dalton molesto?

- Claro que no idiota, es solo que Rach tiene nuestra misma edad.

- Ya esa es otra historia. - asiente con su cabeza Michael. - lo siento Rachel, pero es que luces lindas, si Kath no hubiera dicho tu nombre probablemente no te hubiera reconocido.

- Gracias Michael. - sonrió tímida.

- Si, el asalta cunas tiene razón, cariño deberías adoptar este estilo. - dice Derek con una gran sonrisa, también lo hago y luego coloco mi mirada en Dalton.

- Yo no tengo palabras que decir. - algo dentro de mí se rompió. Frunzo el ceño al sentir la decepción invadir mi cuerpo.

- ¿Qué opinan del conjunto? - les pregunta Katherine.

- ¿en que te inspiraste? - pregunta Michael. - porque tu no haces nada si no estás inspirada.

- Fácil, en nuestra querida amiga aquí presente. - me señala. - Rachel transmite un aura de los 60 y 70, entonces, junte las dos épocas y esto salió, y otras prendas más.