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Esta mañana habías salido de la cama temprano, poniendo excusa a Jaehyun quién cuándo te levantaste de la cama, te arrastró con él.
Tenías todo planeado en tu cabeza y debías comenzar temprano para llegar a tiempo. Jaehyun insistió en qué te quedaras con él, pero le dijiste que te necesitaban en el trabajo. Le pareció raro, ya que era Sabado y no trabajabas este día.
Cerca de las diez llegaste al shopping con tu lista en mente, primero regalos, luego comida, la decoración y finalmente la torta de cumpleaños.
Mañana o mejor dicho, después de doce era San Valentin y el cumpleaños de Jaehyun y querías hacerle un lindo regalo. Especialmente porque siempre el te sorprende a ti.
No te preocuparías por él, ya que él iba a estar todo el día en la empresa, con su nuevo comeback y todo lo que conlleva, iba a estar un poco hasta las manos.
Recorriste las tiendas, buscando algo para regalar pero Jaehyun tenía todo lo qué pensaras. Así que te decidiste por un reloj negro y un pijamas para invierno. Luego, seguíste con la comida. Prepararías pasta, ya que son sus preferidas, unos tallarines con salsa roja.
Cuándo terminastaste de hacer las compras, fuiste de vuelta a casa para acomodar todo. Aspiraste el suelo, acomodaste los almohadones del sofá para tirar petalos de rosas por todo el camino, arriba de la pequeña mesa entre el sofá y la televisión, arriba del sofá y en la cocina. Limpiar esto luego iba a costar más de lo pensado.
Inflaste algunos globos de corazón de diferentes tonalidades de rosa y colgaste guirnaldas. Cuándo terminaste el trabajo, sonreiste viendo lo lindo que había quedado. Seguramente a Jaehyun le gustaba mucho.
Ya era casi las ocho cuando comenzaste a preparar la pasta y la salsa, para cocinarlas juntas cuando ambas estuvieran. No te gustaba cocinar pero este tipo de cosas, eran muy entretenidas.
Miraste la hora y ya quedaba menos de veinte minutos para que Jaehyun apareciera por la puerta, así que dejaste todo cómo estaba, controlando que nada quedara en el fuego y se incendiara, para subir a tu habitación a bañarte. Rápidamente duchaste tu cuerpo, buscando algo qué ponerte para la ocasión, un vestido rojo vino a tu mente, ese que nunca habías usado, no era ni tal elegante ni tampoco cotidiano, era perfecto para algo tranquilo. Lo pasaste por tu cabeza, luego de colocarte la ropa interior, ni tiempo para secarte el cabello tuviste ya que eran casi las diez. Jaehyun debería de haber llegado para ese momento pero te alegraste de que tuviera un atraso.
Corriste nuevamente para la cocina a terminar los últimos toques de tu obra maestra. Todo parecía ir a la perfeccion hasta ahora, todo estaba en su lugar, correctamente puesto, cómo si el destino quisiera esto. Sentiste el ruido de las llaves en la entrada y fuiste a recibir a Jaehyun.
