CAPÍTULO CINCO

1.1K 62 0
                                    

CAPITULO EDITADO

Ana

Un día después...

Me pasé todo el fin de semana en mi cama, no me sentía bien emocionalmente y mentalmente por los últimos acontecimientos que paso en el hospital tampoco no me quería encontrar con el inquilino que tenemos en la sala.

Por otro lado, Estos dos hombres están actuando muy raro, los dos hicieron algo, ocultan algo o quieren algo; tiene que haber tres grandes motivos para ello. Siento que me observan cada movimiento que doy y eso me tiene harta, dejo lo que hago y me doy la vuelta para mirarlos.

— ¿Pasa algo? — pregunto con una sonrisa forzada y entrecierro mis ojos.

— Nada — dicen los dos al mismo tiempo nerviosos, asiento y me doy la vuelta para hacer lo mío nuevamente, sacudo mi cabeza, agarro mi bolsón. Siento igual la mirada de los chicos en mí, ruedo los ojos.

— Tengo que irme, nos vemos en la noche — aviso, observo que León codea a mi hermano lo cual me hace fruncir el ceño.

— Te acompaño al hospital — dice mientras se levanta de la silla y va a la habitación para ponerse sus zapatos, cruzo los brazos frente al hombre herido.

El nunca quiere acompañarme hasta mi trabajo ¿Qué le pasa?

— ¿Qué está pasando? ¿Qué está ocurriendo? — interrogo mirándolo fijamente y trata de disimular que no sucede nada.

¿Por quién me toma este hombre?

— Quiero que me digan que pasa en la mañana, sino lo hacen y me veré obligada a hacer algo que no quiero — amenazo al hombre que traga saliva.

— No sucede nada, Ana. Tu ándate al hospital, quédate tranquila ¿De acuerdo? Cuídate — habla tratando de no sonar nervioso y dudosa ante su palabra trato de olvidar lo que está ocurriendo. Escucho los pasos de mi hermano.

— Vámonos — expresa con una sonrisa forzada.

— No, te quedas. Sino pasa nada ¿para qué vas a acompañarme? — pregunto irritada por la situación y con los brazos cruzados.

¿Qué le pasa a los ahora? ¿Por qué tanta insistencia en que uno de los dos me acompañe a mi trabajo? Que estresante que son los dos.

Los hombres se quedan callados, ruedo los ojos y me doy vuelta para encaminarme hasta la puerta principal, nadie me detiene así que salgo de la casa para ir a mi destino.

Tengan lo que tengan esos dos hombres lo averiguare en las buenas o las malas. No quiero que ellos estén involucrados en estupideces.

León

Ella tiene que saber lo que pasa. No puede estar sola en ningún momento.

¿cómo puedo hablar con ella sin que se altere?

Observo a Hernán quien está sentado en el sofá donde duermo. Hago una seña a el para que vaya tras su hermana y me mira como si estuviera loco.

— Tienes que ir tras ella — comento.

— No soy su guardaespaldas, ella es mi hermana — me recuerda y pellizco el puente de mi nariz, pongo mi cabeza hacia arriba para tener un poco de paciencia.

¿Quieres que le pase algo a tu hermana? ¿Quieres ver a todos los hombres de mis padres tras ella? — pregunto mirándolo serio, noto que está nervioso.

— Ella sabe cuidarse, no es ninguna tonta — habla con tranquilidad mientras se sienta cómodamente en el sofá, pateo su pierna y se queja de dolor.

— Ya voy — dice entre dientes. Se levanta y se encamina hasta la puerta principal y sale de ahí.

Estoy preocupado porque no sé cuánto tiempo mi padre se va a tardar en encontrarme y tampoco no sé cuánto tiempo cuidare de esta mujer, pero estoy seguro de algo, tengo que cuidar de ambos por el tiempo que me quedaré aquí. 

El Heredero Perdido (# 2 PM)Where stories live. Discover now