Amane Yugi es un chico de veintidós años, guapo, inteligente, procedente de una familia rica y un estudiante universitario modélico. Su sueño es convertirse en un gran científico astrónomo sin atajos o influencia de la inmensa fortuna de su familia...
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Cuando entró en el aula y se encontró con toda aquella horda de muchachas entusiasmadas e inocentes se sintió tremendamente culpable y mareado, con una horrible sensación de remordimiento instalándose en la boca de su estómago, hizo lo mejor que pudo por ocultarlo y poner un semblante lo más amable y lo más adulto que pudo la mayor parte del tiempo.
Fue relajándose a medida que pasaba lista e intentaba grabar en su memoria los variados" rostros jóvenes de los que serían los alumnos, todos ellos parecían haber sido cortados con el mismo molde parecian copias exactas del estereotipo de niños ricos y malcriados, Amane se preguntó sí su promoción también fue así en su momento. Todo parecía que sería tal y como Tsuchigomori le había dicho que sería hasta que llegó a la letra "Y" de la lista.
-" ¿Yamahida Haru...?- Preguntó buscando por la clase hasta que encontró una risueña muchacha de largo cabello negro, muy sonrojada, que alzó su mano para destacar entre el resto."
-"Presente Yugi-sensei~...- La forma con la que le llamó le hizo sentir un escalofrío de asco recorrerle el cuerpo, el tono le resultó repelente y demasiado agudo y estridente. Se le revolvió el estómago pero hizo lo mejor que pudo por tragarse el desagrado y sonreír haciendo que la muchacha y las demás que la rodeaban chillaran y comenzaran a murmurar entre ellas. Amane volvió a dirigir los ojos a la hoja de papel que contenía los nombres de los menores y apuntó unas palabras clave con su lápiz a un lado del nombre de la joven que acababa de nombrar. Pelinegra chillona."
-"¿Yamabuki Lemon?...-Continuó pasando lista, esta vez encontrándose con un chico rubio cuando alzó los ojos del papel, un chico que no vestía el uniforme. Él solo le miró de reojo con una expresión totalmente transparente, parecía hastiado y aburrido así que cuando estuvo seguro que tuvieron contacto visual se limitó a asentir y a articular un quedo ruido que Amane intentó interpretar como saludo. Le devolvió el gesto y apuntó la palabra "aceptable" junto a su nombre- Bien, ahora, Yoshida Ishi..."
-"Yugi-sensei...- El mismo chico rubio, Lemon, le llamó en un tono grave y aburrido, tenía los ojos fijos en algún punto de la clase a su izquierda y apoyaba su cabeza con la palma de su mano apoyada sobre su escritorio. No parecía interesado en lo más mínimo pero Amane pudo leer un claro, y leve, sonrojo y un brillo juvenil en sus ojos. El muchacho era muy buen actor, debía reconocerlo pero Amane también lo había sido a su edad y podía leer claramentrbun bobo enamoramiento en esos ojos que pretendían no tener profundidad- Se ha olvidado de Yashiro-san..."
El profesor parpadeó un par de veces y revisó la lista, efectivamente se había olvidado de un nombre "Yashiro Nene" se le hizo familiar y por alguna razón sintió una presión desagradable en su abdomen, ¿Por qué reaccionaba así ante ese nombre?, ignoró este súbito malestar y se aclaró la garganta antes de agradecer al joven por su aportación -Provocando otra horda de chillidos agudos y aun más estridentes por parte de las chicas que, juro, le dejarían sordo en un periodo muy corto de tiempo si ese iba a ser su nuevo pan de cada día- y continuó con lo que se había propuesto de llamar al alumno olvidado.
