El revoloteo de un inquieto corazón - Kiribaku

Capitulo único

Los ojos rubíes del pelirrojo se cristalizaron, sus manos ante la impotencia temblaban, no tenía fuerzas para tan siquiera ver como sus compañeros también recibían la noticia. Todo en la sala común perdió sentido y vida, el sonido. Antes ignorado por su persona, por todos esos años cobraba tanto sentido en ese momento que dolía, no se dio cuenta cuánto ruido hacia una lágrima cuando ésta impacta en el frío suelo. El profesor Aizawa recitaba todas las medidas que se harían a continuación de manera lenta y tortuosa; en la distancia sentía como Mina lo sostenía del brazo seguramente impidiendo que perdiera el equilibrio.

Ahora todo lo que podía recordar era el momento en el cual Bakugou recoge las últimas cosas que necesitaba para sus pasantías como si su imagen estuviese atrapada en una polaroid. Él se encontraba acostado leyendo comics en su habitación, extrañamente elevo la mirada de las páginas observando a aquel rubio sentado en la orilla de la cama; aprieta con sus dedos un poco la orilla de la página de cómic.

— ¿No se te olvida nada?

—No me llamo kirishima. —contestó sin verlo a lo que kiri lo pateó en la espalda, río sarcásticamente, Bakugou disfrutaba de fastidiarlo. Sin embargo en aquella habitación algo se sentía raro en el ambiente, en la manera que Bakugou terminaba de cerrar su mochila, como si algo no encaja.

—Hermano...me dueles—como si realmente doliera. Bakugou rodeo los ojos.

—Te permito leer mis comics si dejas de lloriquear—dijo y en instantes agregó— Mientras no los desórdenes—sentenció mientras se levantaba, el corazón de kirishima se sobresaltó por un minuto, Katsuki estaba dando el permiso silencioso para leer todo lo que quiera. No quiere decirlo en su mente, no quiere que la emoción recorriera sus venas, mientras que sus piernas se quedan tiesas por los nervios.

—Sabes que no lo hago...—respondió sereno y relajado—más te vale—contesta por encima del hombro, en el momento que se giró para irse se detuvo. Para kirishima fue imposible ver como Katsuki apretaba el sujetador de su mochila. —yo...—dudo por instantes. Kirishima siente su corazón en jaque y no sabe por qué, Bakugou negó. —Nos vemos luego idiota.

¿Porque ahora las cosas eran así? cuando sus ojos comparten segundos algo se vuelve pesado, tal vez esa sea la incomodidad que siente en el ambiente. Desde de todo había cometido el acto más bajo de las relaciones humanas, enamorarse de su mejor amigo; y en realidad no importaba, no tenía la real intención de decírselo y eso le bastaba, con solo tener el rojo de sus ojos a su lado, él era feliz—!Que te vaya bien Bakugou¡—grito. Katsuki tardo en contestar, kirishima se pregunta entonces en qué estaba pensando.

—No grites idiota... me aturdes—dijo molesto, mas sin embargo kirishima no prestaba atención a esas palabras, él no lo decía enserio así que solo rio para sí mismo una vez Bakugou cerró la puerta de su habitación.

—Tal vez luego...—susurra Bakugou una vez sale de la residencia; en cuanto se asegura que Bakugou salió por completo se permite emocionarse en silencio.

El sentimiento de incomodidad no desapareció, pasó de ser un peso inusual a un agudo dolor como si debiera de estar haciendo algo importante. Había veces en las tenía que apretar la camisa en el punto en que se situaba su corazón en un intento de contener un sentimiento sin nombre, sin embargo en el momento que Aizawa los reunió a todos en la sala común todo había cobrado sentido.

—Bakugou se enfrentó a un villano difícil...

— Quedó herido de gravedad...

—Bakugou sufrió un traumatismo craneoencefálico que provocó un daño severo en su audición...

Transformándose en una cruda y encarnada realidad.