¿CARTAS DE AMOR? - MEWGULF #1

RENDIRSE

POV GULF: CARTA

¿Porqué te gustaba torturarme? ¿En que momento creíste que era buena idea mandarme mensajes?

Nunca te contesté. Aun así seguías. No eras insistente con los mismo. Pero siempre buscabas desahogo. Supongo que creías que ya no tenia el numero.

Aun asi me enteré de tus problemas en el trabajo que tenias, de lo solo que te llegabas a sentir algunas veces y de que tu relación con mi hermano no había funcionado. Y esta bien, supongo que querías desahogar lo que sentías. Y muchas veces quise contestarte. Me pasaba las noches leyendo tus textos enormes sobre tu vida.

Y entonces lo acepté. Me dí cuenta que no solo yo había sido herido. Tu también lo habías sido pero yo ya no podía hacer nada. No cuando nunca me consideraste ni siquiera un amigo. No cuando mis sentimientos fueron puestos a un lado. Aun así, era lindo que mi numero te sirviera de desahogo.

Pero en algún momento paraste.

Y volví a sentirme tan solo. No podía ser posible que 6 años después de la primera vez que me enamoré de ti siguiera. Que no me moviera de ahí.

Cuando mis pasantías terminaron. Yo volví a graduarme. Pero aunque aun seguía muy dañado emocionalmente. Era otra persona. Alguien diferente y me gustaba. Me gustaba mucho.

MIld me recibió con tanto gusto, mis padres también estaban felices y Art me sorprendió junto a Boat una vez más. Así que eso había sido de él. Bueno, estaba feliz por ellos. Ellos lo parecían.

Había escuchado por mis padres que tú aun era amigo de Art pero que ya no era lo mismo desde que tuvieron su relación. Estaba bien sin embargo. Me gustaba que aun fueran buenos amigos. Mientras tanto te decidiste a salir con una chica. Que bueno que por fin asentaras cabeza un poco.

Encontrar trabajo fue algo un poco difícil pero cuando lo encontré no pude pedir más. Y vaya sorpresa encontrarme con Kao ahí. Seguía tan guapo. Seguía siendo tan cortés y seguía siendo un caballero. Y entonces Kao me declaró que aun le gustaba como la primera vez.

Creo que no era el único que no podía avanzar. Aun así no iba a cometer los mismos errores. Le conté a Kao mi situación emocional y él comprendió y sorprendentemente prometió no rendirse.

Fuiste el primero por quien me rendí.