Silencio.
Los susurros y sollozos incontenibles son lo único que sé escucha en muchos kilómetros.
La soledad hace que mis oídos estén alerta
Las ramas muertas de este lugar crujian debajo de mis pies.
Corría por el bosque de Tósdel, aquel pueblo que me vio nacer y crecer, ahora huyendo por mi vida en manos de él.
Me recosté a un árbol, mis manos tocando lo rocoso de la madera, mi pecho sube y baja de forma incontrolable pidiendo aún mas oxígeno.
Mi espalda contra el árbol.
El cielo ya se nublaba, mis ojos buscanron una salida o una forma de escapar, las hojas ya empezaban a caer, estaría cerca la lluvia.
Sentí unas heladas manos rozando mi cuello por detras del árbol, y mi piel se paralizó, inmediatamente corrí hacia otro árbol a unos metros del anterior.
Pidiendo no haber sido vista por ese monstruo.
Estuvo cerca todo este tiempo y aun sabiéndolo no pude causarle daño.
Decepcionada de haber tomado esa decisión.
Todo había cambiado desde eso, ahora corría para salvar mi vida de quien en ese ocaso me asesinaría.
—Jhalia, ¿estás lista para morir?— la voz de Dániels en mis oídos, al igual que lagrimas resbalando mis mejillas posándose en mi labio superior.
Escuche pasos, el viento estremecía la punta de los arboles del bosque.
Me di la vuelta contra el arbol rozando mi pómulo contra él para asomar mi cara y esperar verlo alejarse de ahí.
Pero no.
A unos cuantos metros me miraba con esa cara psicópata extendiendo una gran sonrisa mientras desenvainaban una daga negra con detalles dorados.
Justo esa daga, la daga con la que asesine a papá, la que me recordaba que todo lo que hacemos en esta vida vuelve a nosotros en una forma u otra.
Comenzó a acercarse a pasos lentos mientras asentía.
Su rostro, su piel, sus manos, todo estaba ahí, frente a mi.
Lagrimas gruesas en mis ojos, descendían como lluvia sobre mi.
Ya no había a donde huir, había llegado la hora.
Lo que temi por tanro tiempo ocurria en el momento menos esperado, era inevitable.
En 1500 años nunca me pregunté qué se sentiría en realidad, morir.
Está a unos metros de mi, gira un poco su cabeza y sonríe.
Como nunca el tiempo se muda y empieza a nevar en Tosdel, cuando el primer copo toca el suelo del bosque él se lanza sobre mi.
Cierro mis ojos y solo siento entrar la daga en mi estomago me dejó caer y el cae conmigo.
En el suelo él aun sobre mi tuerce la daga y me contraigo en agonía.
Rápidamente saca el afilado metal de mi vientre y toso sangre, moriré.
Guarda la daga y me besa, mi sangre entra en su boca y mancha sus labios, los mios no ceden, su amor psicópata me destruye.
Se aparta de mi y entrelaza sus dedos en mi cabello.
—Te amo.
Sínico, es un enfermo.
—Y yo te odio, yo estaba cegada— respiro como si el aire tardara en entrar, solo hablo en voz baja por el dolor — pero tu no, me acabaste siento inocente de tu muerte, me odias por haberte asesinado.
—No No No — toca y peina mi cabello como si fuera una niña, me besa la frente y me mira a los ojos — yo te amo Hera.
Con mi último aliento me decido a hablarle una ultima vez.
—Prometo asesinarte en la siguente vida, así como tu me buscaste yo lo haré y te encontraré, no estaré conforme hasta no verte morir como un animal, prometo hacerte sufrir como lo hiciste conmigo Henrry.
—Shhh— me silencia, está totalmente loco— ya no hay más vidas para nosotros, amor, aquí morirás y yo desapareceré de este pueblo, me iré muy lejos.
Trago grueso, respiro lentamente.
—Si la habrá, el amor enfermo que me tienes te entregara otra vida y el odio que nació en mi me permitirá vivir una vida más, al no ser tu primera reencarnación por amor no recordarás nada, y al ser mi primera vida por odio lo sabré todo, Ella te llevará al lugar del retorno, Ella te hablará de ti y de tu vida pasada mas reciente, la mas difícil de recordar…
Mi garganta se cierra por momentos pero hago un esfuerzo.
—… Solo te dirá que moriste junto a quien más amaste y como sus cuerpos inertes se abrazaban en un bosque cubierto por nieve.
Su cara es de sorpresa, sin más saco la daga de su bolsillo y la entierro en su tercera costilla, al instante su cuerpo cae muerto sobre el mio y lanzo la daga lejos.
Pongo mi brazo por ensima de su cuerpo y le envuelvo, toco su cabello antes de morir mientras nos cubre la nieve, recuerdo el cabello de Henrry.
En mi ultimo vistazo veo el cielo blanco y copos que caen, entonces juro en mi corazón asesinar al chico que amé y odié en dos vidas, prometo destruirlo, en el Fin del abismo.
Alonso Ortega.
STAI LEGGENDO
Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]
Mistero / ThrillerJhalia debe sobrevivir al asesino cegado puesto por el destino en su ultima vida. ••• Trilogía Abismos Eternos. Libro 1 y 2 hasta el momento. ¿Matar es una demostración de amor? Es una historia adictiva q...
![Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]](https://img.wattpad.com/cover/236741067-64-k392098.jpg)