𝘴𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘵𝘳𝘦𝘴

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Disculpen los errores.

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WonWoo mira hacia todos lados con emoción, gira sobre su propio eje trescientos sesenta grados, no perdiendo ni un sólo detalle de ningún lado.

Sus ojitos brillan con anhelo y felicidad y la sonrisa en sus labios hace a su nariz fruncirse. Es una imagen que MinGyu quisiera poder contemplar el resto de su vida; quizás es por eso que, sin que WonWoo se dé cuenta, saca su celular y le toma varias fotos, capturando su rostro lleno de ilusión.

—¡Minnie~! ¡En serio me trajiste aquí!—exclama el menor dando saltitos en su lugar y luego mirando fijamente a su novio con ese par de hermosos luceros.

MinGyu suelta un suspiro enamorado y sonríe hasta que sus colmillos de cachorro aparecen.

Le encanta tanto ver a WonWoo así de efusivo; es como tener al sol de primavera a su lado, cálido y brillante.

—Recuerdo que una vez dijiste que tenías años sin ir a una feria, así que quería darte un pequeño detalle.

—¡Wah~ Eres el mejor novio de todo el mundo mundial, Minnie!—exclama WonWoo estirando sus brazos a los costados, dando énfasis a sus palabras y haciendo reír a su novio.

—Puede ser.

—Y tan humilde~

Incluso el sarcasmo de WonWoo es condenadamente adorable.

Por eso MinGyu le toma de las mejillas y las aprieta hasta que los labios ajenos forman un adorable pico, que besa repetidamente.

Las mejillas del menor se pintan de carmín.

—Vamos, amor.

Entrelazan sus manos y se adentran a la colorida feria.

La carrera inicia después de eso.

WonWoo pasea a su novio por cada juego mecánico que se le atraviesa, aunque no obligándolo a subir a aquellos que le asustan.

En los carritos chocones WonWoo es el que conduce, y MinGyu únicamente ríe y reza internamente cada vez que siente a su novio pisar todo el acelerador dirigiéndose a su próxima víctima.

En el carrusel, WonWoo es el único que sube.

El mayor se queda tras las rejas de seguridad, donde saluda a su novio cada vez que éste pasa y agita su mano con efusividad hacia él, dedicándole esa preciosa sonrisa de nariz fruncida; MinGyu se encarga de tomar fotos de WonWoo desde todos los ángulos posibles, y debe admitir que aquella donde está riendo con sus ojos cerrados y su nariz realmente fruncida en felicidad pura mientras se toma con ambas manos del tubo que sobresale del caballo de plástico, es su favorita hasta ahora.

Cuando WonWoo regresa a su lado y le da un besito tierno y muchos besitos rápidos en los labios, MinGyu le toma de la mano y las entrelaza para comenzar a caminar a otro lugar; aunque al final el que termina guiando es el menor, llevando a su novio a otro juego mecánico.

—¡Minnie, mira ahí! ¡Vamos, por favor, vamos!—exclama WonWoo tirando de la mano de MinGyu para llevarlo hasta el puesto de tiro al blanco, donde hay muchísimos juguetes; desde gigantes peluches hasta pequeños llaveros.

—¿Quieres intentar, amor?—pregunta MinGyu mirando a su novio.

—¡Sí, Minnie, quiero ganar un peluche!

MinGyu paga el turno de WonWoo y éste comienza con el juego, consiguiendo pocos puntos y ganando un pequeño llavero. Un segundo intento y un segundo llavero. Luego un tercer y un cuarto llavero.

𝖲𝖮𝖥𝖳 ↬ 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐈𝐄Where stories live. Discover now