El príncipe y el mercenario

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Midgar era un reino que parecía nunca dormir, el constante sonido de las máquinas eran como un corazón latiendo, tan lleno de vitalidad y sin ganas de detenerse. 

Transcurrieron dos años desde que el rey Howard visitó el reino de Jötunheim, ciertamente buscaba obtener la mano de aquel heredero para su hijo, sin embargo, no lo logró.

La idea de tener a un chico que fuera capaz de concebir le atraía, más que nada con fines de investigación, llegó a pensar que una vez casado con su primogénito sería capaz de estudiar su anatomía y probablemente trajera cosas buenas para su gente.

Tony se vio consternado al no obtener la mano de aquel chico cuyo rostro nunca conoció, compartía las ideas de su padre y perder aquella oportunidad le entristeció.

Sin embargo, la vida seguía y no pensaba quedarse atorado ante un hecho que no pasó, el bienestar de su gente era lo primero así que debía continuar sus investigaciones.

Aquel que visitara por primera vez el reino de Midgar quedaba sorprendido por lo que sus ojos veían, algunos consideraban que era un reino mágico, otros pensaban que el rey tenia pacto con algún ser oscuro que les brindaba esas comodidades. En cambio, sus habitantes agradecen la destreza de su rey, y aquella mente brillante pues gracias a ello eran prósperos.

Un rey amado no siempre goza del favor y devoción de sus súbditos, también se gana la envidia y el recelo de aquellos que desean adueñarse de lo que con tanto esfuerzo se ha ganado.

Por ello el día que desapareció del palacio el pequeño príncipe se temió lo peor.

Fue una de las mucamas quien se percató de la ausencia del menor cuando le llevaba su vaso de leche para merendar, usualmente el príncipe pasaba su día encerrado en su estudio trabajando en sus proyectos.

Lo que le inquietó fue ver el desorden en ese lugar, supo que todo estaba mal con solo ver la libreta de anotaciones del niño con sus hojas regadas por el suelo, al instante salió pidiendo auxilio.

El rey Howard sintió que se le escapaba el alma cuando se enteró que su hijo desapareció, no entendía cómo pudieron entrar burlando la gran seguridad del palacio.

—Howard... nuestro hijo...

Solloza su esposa echándose a llorar en sus brazos.

—Tranquila cariño, lo vamos a traer de regreso... El que se atrevió a raptar a nuestro hijo pagará con sangre por tal osadía.

Dijo imprimiendo gravedad a sus palabras, su mirada se oscureció intentando pensar cómo encontrar al niño. 


***

Cuando Tony abrió los ojos descubrió con disgusto que se encontraba atado de pies y manos, supo que no estaba en su reino por el tipo de construcción donde lo tenían, era una especie de cabaña vieja, pero no fue eso lo que le dio una idea de estar alejado de su reino sino la ausencia de ruido, en su lugar el silencio lo rodeaba y de vez en cuando el trinar de algunas aves.

Cuando Tony abrió los ojos descubrió con disgusto que se encontraba atado de pies y manos, supo que no estaba en su reino por el tipo de construcción donde lo tenían, era una especie de cabaña vieja, pero no fue eso lo que le dio una idea de estar...

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El príncipe prometidoWhere stories live. Discover now