~∆Club de lectura - Oráculo de la Diversión∆~

Pesadilla en la calle del Oráculo

 
La siguiente historia es parte de las actividades que solemos hacer en nuestro club. Los invitamos a seguir con nuestra rara historia espiritual/paranormal del Oráculo.

Pesadilla en la calle del Oráculo.

En mitad de la noche escuché que alguien tocaba la ventana de mi habitación, que estaba en el segundo piso de la casa. Subí y se me congeló la sangre al ver una sombra torcida tras la ventana, rapidamente encendí la luz, solo para darme cuenta de que el espectro tenía malas intenciones, pero lamentablemente las desconocía, pero sentía una corazonada; justo tocaron la puerta. Corrí escaleras abajo con el corazón en la garganta solo para descubrir que quien tocaba era...

¡¿Yo?! Esa que tenía al frente, tras la puerta, ¿Era yo? Me quedé atónita admirando a aquella persona con mi rostro, por lo menos 5 minutos; pero algo andaba mal, su rostro, no, más bien mi rostro empezó a caerse a pedazos y aquél individuo empezó a crecer y a hacerse más grande. Intentaba correr, pero algo me detenía; no, algo me estaba agarrando las piernas, intenté agarrar lo que estaba ahí y lo que sentí fue solo mi propia pierna, abrazada por una espesa neblina negra, con aquello que hace poco era yo ahora como un amasijo de manos y sombras que se acercaba, pero reaccioné y traté de zafarme de aquellas de “manos” y hui nuevamente al segundo piso. El monstruo me perseguía gritando en vociferados y arrastrados gemidos:

—¡A..yu..da!

Pero todo era en vano, tres “personas” estaban al otro lado de la habitación; no escuchaba nada, pero logré entender algunas cosas.

—¿Estás seguro que ella debe morir?

—Si, ella sabe mucho.

—¡AYUDA! —Grité de nuevo, con todo el poder de mi garganta, pero solo recibí el silencio y tres pares de ojos observándome con severidad.
Dejé de luchar, las sombras me tragaban lentamente.

De repente, algo me agarró de la cabeza. Intentaba moverme, pero no podía, la respiración se volvía cada vez más difícil y escuché la voz de quien me agarraba la cabeza.

—¿Pensabas que ibas a escapar cuando eras niña? Ahora vengo por mi venganza.

Traté de zafarme nuevamente del agarre, pero fue imposible.

—¡Suéltame! No soy a quien buscan. ¡No he hecho nada!

Los seres dentro de la habitación empezaron a sonreír mostrando sus afilados dientes de los cuales salía un líquido espeso. En eso, uno de ellos mordió mi pierna, sentí un dolor horrible y quería gritar, pero mi voz no salía, quería escapar de toda esa pesadilla, pero no despertaba.
Esas tres personas solo observaban como si no pasará nada. Luego, un pitido llegó a mis oídos, eran murmullos...

Tomé valor y al tiempo la muñeca de aquél que me agarraba, abrí mi boca para gritar y las sombras entraron de golpe. No supe que ocurrió después, una fuerza inhumana surgió de mi cuerpo, con las sombras en mi interior pude levantarme, yo era esas sombras, la mano en mi cabeza dejó de pesar, mi boca se abrió y un gemido agudo salió de mi garganta, las tres figuras se acercaron, pero no tenía miedo, sentía el poder.

Todo se sentía diferente, cada pasó me hacía sentir más segura de que todo esto era real. Aquellas tres personas parecían no creer en lo que sucedía, sin embargo, no había un ápice de terror o miedo en su mirada, solo incredulidad. Al cabo de unos segundos alguien se asomó en la puerta, nuevamente era yo. Salí por la ventana y toqué recuperando mi aspecto actual, mi otro “yo” se asustó al verme y el poder me dominó nuevamente. Oh no, va hacia donde esos seres. No pude alcanzarme.

Sentí un dolor inmenso en el cuerpo que me hizo soltar un grito, sentí como mi rostro se desfiguraba sin control alguno, cómo se derretía hasta caer al suelo. Atisbé mis manos, eran negras y huesudas, mis dedos extendían tan largas casi como mi brazo. Vi mi reflejo, y yo era una de ellas. Ya no estaba pensando, sólo seguía mi instinto y fui hacia mi otro yo…

¡Puedes continuar en los comentarios!