4

1K 66 0
                                    

__: Hola, amor -dijo con picardía-

t/n: ¿Nos conocemos?

__: Permíteme que me presente, soy Klaus Mikaelson.

t/n: Tu no eres de por aquí -le miré desconfiada-

Klaus: De hecho, si lo soy, pero de antes de que esto fuese un pueblo, hace mas de mil años.

t/n: Un vampiro -afirmé sin ganas-

Klaus: Veo que ya sabes lo que somos -sonrió-

t/n: Por desgracia.

Klaus: Ahora...

Se acercó a mi demasiado, tanto como para que se notase las intenciones que tenía de obligarme, probablemente para después desangrarme. Por lo que antes de que pudiese hacer nada, le provoqué un aneurisma cerebral, haciendo que cayese al suelo mientras apretaba con fuerza su cabeza intentando que el dolor terminase.

Bonnie: ¿Qué pasa t/n? -vinieron todos corriendo-

Vicky: ¿Quién es? -preguntó con temor-

t/n: Apuesto a que es el que desangró a aquella chica -me agaché para estar a su misma altura-

Klaus: ¡Para! -gritó de dolor y paré- si, lo hice y lo volvería a hacer.

Caroline: Menudo idiota.

Elena: ¿Vas a matarlo?

t/n: Yo no me mancho las manos de sangre, aunque si tuviese que hacerlo, sería la sangre de un vampiro.

Klaus: No sabes lo que has hecho pequeña bruja -me dirigió una mirada diabólica, estaba claro que me había advertido de algo muy malo pero antes de poder preguntar ya se había marchado-

Matt: ¿Crees que va a intentar...? -no terminó la pregunta-

t/n: ¿Matarme? no lo creo, lo se. Bueno... vamos al agua.

Bonnie: ¿Y ya esta? Ese tío va a matarte.

Vicky: Y no parecía ir en broma.

Matt: Deberíamos ir a hablar con tu abuela.

t/n: Pues id, no voy a asustarme por lo que diga un vampiro cualquiera -un vampiro cualquiera, parece mentira que ahora seamos familia-

Elena: Un vampiro cualquiera no amenaza a una bruja de esa manera.

t/n: Dejad de asustaros, no va a pasarme nada -zanjé el tema de una vez-

Pasaron las horas y antes de comer volvimos a casa, mejor dicho, los llevé a todos a casa y luego volví con Bonnie. Como no se lo contó todo a la abuela, sin dejarse ningún detalle.

Sheila: ¿Cómo se llamaba? -preguntó angustiada-

t/n: Creo que era Klaus, si, Klaus Mikaelson -respondí tranquila-

De pronto su rostro cambio, cualquiera hubiese dicho que había visto a un fantasma. Sinceramente hizo que me atemorizase.

t/n BennettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora