One Shots Duncney

San Valentín [2]

14 de febrero.

Día del amor y la amistad, un día de ver a parejas enamoradas, con corazones flotando en el aire, flores, chocolates, peluches, ¡Ay! que bonito es el amor, sin duda alguna es un día especial para todos el demostrar tu amor a la persona que amas, oh bueno casi todos.

–¡Agg! ¡Esto apesta!

Y si al parecer al pequeño punk no le estaba gustando este día.

–Vamos viejo, no será tan malo, mira le hize una carta a Bridgette.

–¡Ug! Sólo espero que el día se pase rápido.

–¡Ey hola! –Saludaba un sonriente Dj–

–¿Esque a todos les gusta este día? –pregunto el pequeño punk molestó–

–Uy alguien amaneció de malas, ¿que le pasa? –susurro el pequeño Dj a su amigo rubio–

–Ya sabes cómo es no le gustan este tipo de cosas. –le contestó de igual forma–

–Y bueno Duncan ¿ya hiciste la carta?

–¿Ca-carta? ¿Q-que carta?

El pequeño punk no quería que sus amigos se enteraran, pero el habia hecho una carta para Courtney y también cuando venía para el colegio corto una rosa roja y le puso un listón en forma de moño, por eso se sentía molesto porque no quería que este día llegará, no estaba listo para estar cara a cara con la morochita, pues la razón de haber hecho una carta para ella fue que la maestra repartió papelitos con los nombres de todos los compañeros del salón y el que te tocará tendrías que hacerle una carta y un pequeño regalo, cuando el pequeño punk vio que el papelito decía “Courtney” se puso nervioso pues tiempo atrás empezó a sentir un cosquilleo en su estómago cuando estaba con la morochita.

–¡Ey amigo! ¡Ya baja de la luna!

–¿Que?

–Estas distraído ¿que te pasa?

–Si viejo, estas actuando raro.

–No es nada sólo ya vámonos se nos hace tarde para llegar a clases.

Al llegar a su salón de clases, todos los pequeños niños tenían su carta en mano para entregarlas a la niña o niño que les tocó, se podía observar como varios niños tenían chocolates, paletas, ositos de peluche, flores, y demás cosas.

–Oye Duncan nunca nos dijiste quien te toco en los papelitos. –le dijo su rubio amigo–

–Métete en tus asuntos. –le respondió de mala gana–

Al sentarse los tres amigos en su respectivo lugar, 2 minutos después una niña morochita entró por la puerta del salón con una carta y un osito de peluche en mano, al entrar chocó la mirada con el pequeño punk, y esta le dedico una media sonrisa a lo que el niño al sentir sus mejillas calientes volteó hacia otro lado, pero ¿porque se sentía así? ¿que le estaba pasando?¿estará enfermó? Miles de preguntas rondaban en la mente del pequeño punk.

Cuando entró la maestra, todos sabían que era hora de entregar las cartas.

–Bueno niños, es hora de entregar las cartas con el pequeño obsequio, recuerden que este es un día para demostrarle el amor a la persona que quieren, y también para pasarla bien con sus amistades ¿comenzamos?

–¡Si–dijeron todos al unisonido–

–Muy bien empieza tu Owen.

–A mi me toco..¡Izzy!

Y así fueron pasando los niños uno por uno, el pequeño punk se encontraba más y más nervioso hasta que..

¡Ring, ring, ring!

Si era hora de descanso, el pequeño punk soltó un suspiro y se adentro con sus amigos al patio de juego.

–¿Y? ¿Nos dirás oh no?

–Geoff ¿de que estás hablando?

–¡Vamos viejo! Sólo faltabas tu, Courtney, Katie, Sadie y Justin.

–¿Tu punto?

–Que a alguien de ahí te tocó para que le hicieras una carta.

–No te dire haci que no sigas intentándolo.

–No me digas que..¿TE TOCO JUSTIN?

–¿Que? ¡No!

–Rie– Ya viejo si no nos quieres decir esta bien.

–¿Sabes? Voy al baño ¡adios!

El pequeño punk, paseaba por los pasillos del colegio, cuando escuchó una melodía muy bonita proveniente de su salón de clases, al pequeño punk le ganó su curiosidad y se adentro a ver de quién era esa voz.
Al llegar se quedó sorprendido era nada más ni nada menos que la morochita, el pequeño punk sintió otra vez esas “cosquillas” en su estómago, se dió medio vuelta para irse pero oh vaya su suerte, pues hizo que cayera una escoba y con ese ruido alarmó a la morochita, pero al ver que era Duncan se relajó al instante.

–¡Ey! ¡Duncan!

–Ey hola. –el pequeño punk rogaba para que la morochita no se diera cuenta que estaba nervioso–

–Ya que estás aquí te quería entregar algo.

–¿A mi?

–Aja ya lo verás.

La morochita sacó de su pequeña mochila una carta y un osito de peluche.

–Me toco tu papelito, se que aveces no nos llevamos bien pero...al final de cuentas somos amigos ¿no? –sonrie–

–Cl-claro.

–Bien, ten.

Cuando el pequeño punk recibió sus obsequios reacciono, y se dió cuenta que era hora de entregarle a ella también así que se dirigió a sacar su carta y su flor para entregarla.

–A mi también me tocaste tú. –el pequeño punk sintió como poco a poco se iban esfumando sus nervios–

–Es muy bonita gracias Duncan. –la pequeña morochita en un inesperado impulso abrazo a el pequeño punk–

–Si, si como sea no es la gran cosa, Princesa.

El pequeño punk en un fallido intento de parecer un niño malo, fue callado por un inesperado beso en la mejilla de parte de la morochita, no tardó ni un segundo para que el pequeño punk sintiera sus mejillas rojas ¡se veía tan adorable!.
Y así pasó el día fue como si ese beso hubiera puesto feliz al pequeño punk, pues se sintió aliviado que la pequeña morochita no se haya burlado de el al verlo con las mejillas rojas.
El pequeño punk seguía sin entender sus “cosquilleos” en su estómago al estar con la morochita, pero vaya creo que al pequeño le estaba gustando pasar tiempo con la morochita sin necesidad de pelear o hacer algo para llamar su atención.

¡Ay el amor! La idea era publicarlo el 14 de febrero pero, apenas inicie con esto, ¡espero y lo hayas disfrutado!

MB:🌙