ᴄᴏʀʀᴜᴘᴛᴇᴅ - ᴅʀᴀᴄᴏ ᴍᴀʟғᴏʏ

[ ᴢᴇʀᴏ ]

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“ʙᴜᴛ ᴡʜᴇɴ sʜᴇ sᴍɪʟᴇs, ᴀʟʟ ʜᴇʀ ᴛᴇᴇᴛʜ ᴀʀᴇ ᴍᴀᴅᴇ ᴏғ ʀᴀᴢᴏʀs”

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Harper cerró los ojos, las lágrimas luchaban por salir. La punta de la varita soltó su piel, mas el ardor no disminuyó.

Sus ojos marrones se abrieron despacio, encontrándose con la única persona que la había hecho temblar de temor: Voldemort. Este le sonreía, casi tanto como si hubiese ganado la guerra mágica.

—Ya eres una de nosotros, pequeña. Bienvenida a tu nueva familia.

Pero Harper sabía que esa no era una familia, podría ser llamada de muchas formas, pero nunca familia. Puso su mejor sonrisa. —Haré todo lo que esté a mi alcance para verlo triunfar, mi señor.

Con una ligera reverencia, Harper tomó asiento en la larga mesa repleta de mortífagos, exactamente junto a Draco Malfoy, que había sido marcado no muchos minutos atrás.

La voz de Voldemort volvió a resonar entre las paredes. —Aplaudan, amigos míos, pues hemos recibido a nuestra mejor arma; la hermanita del Niño que Vivió, Harper Potter.

Varios victorearon mas la castaña permaneció inmóvil. Podía sentir el temor de Draco, su pálida mano temblaba y sus labios estaban apretados en una fina línea rosada. Harper respiró con dificultad y apoyó su mano sobre la de Draco, apretándola con fuerza.

Voldemort tomó asiento y la asquerosa serpiente se enroscó en su cuerpo.

—Ya no queda mucho por decir, mis amigos. Solo un pequeño recordatorio, Draco y Harper, — la serpiente siseó, Voldemort ensanchó su sonrisa. —si fallan, mataré a tus padres niño, y, porqué no, a tu amiguita también, princesa. Pero vivirán, porque es un mundo injusto lleno de sufrimiento, y me encargaré de que lo vean y sientan en carne propia. ¿De acuerdo?

Draco pasó saliva y asintió. Los ojos de Harper seguían fijos en la serpiente, su mente repetía constantemente el momento en el que había decidido unirse al lado oscuro, a qué costo, se preguntó, al costo del aburrimiento.
Sonrió de lado.

—Por supuesto que sí, mi señor.

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