SABOR A TI

Capítulo 4.

Danny.

-Detente... para...no puedes dejarme.

-No me iré para siempre, volveré... solo recuérdame, por favor no me olvides.

-No lo haré, lo prometo

-Adiós pequeño dan...

-Dylan?...Dylan?...Dy... ¿Por qué estoy llorando?...

Desperté agitado y sudando con el corazón latiendo fuertemente mientras algunas lagrimas escapaban de mis ojos, no se qué es  este sentimiento pero, no se siente bien...duele y no se la razón de ello. 

Mire el reloj y marcaban las 4:00 am, tal vez un poco de agua me tranquilice. Me levanté de la cama y al pasar por el cuarto de mi madre escuché algo..

~~~Tienes que irte ya, por hoy es suficiente.~~~

Me congelé, no ella no podría hacerlo, ¿cierto?.

~~~Apenas son las 4 y tus hijos están dormidos, aprovechemos el tiempo~~~

Volví a  mi habitación, no podía creerlo. No podía respirar, el corazón me latía fuertemente y mi vista estaba nublada, solo desee que fuera mentira porque mi padre no lo merecía, se acababa de ir de viaje y ella solo estaba con alguien más.

-Dylan...

 Sentí que mis piernas fallaron pero no sentí el choque de mi cuerpo con el piso, después todo se puso negro.

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Cuando desperté  vi a Dylan parado a mi lado, no dijo nada solo se quedó ahí viéndome, como si fuera lo más interesante, no puedo decir con certeza el tipo de mirada que me estaba dando, era una combinación de enojo, preocupación y tristeza.

Continuamos en silencio por un tiempo que se me hizo eterno. Su mirada me hace sentir nervios así que decido romper el silencio.

-¿Qué haces aquí?

-Tu me llamaste

-¿Lo hice?

-Por suerte logré escucharte, si no tu cara estaría aún contra el suelo

-...Espera... ya te puedo ver mejor

-Si, creo que ya empezaste a recordarme

. Pero... todavía no me acuerdo de ti

-Lo haces, solo que no lo quieres ver

-¿Crees que no quiero recordarte y saber todas las jodidas cosas que no me has dicho?

- Me tengo que ir, duerme un poco más y cuando despiertes trata de no dejar ir los recuerdos, no como esta noche

Aún no me acostumbro a que desaparezca de esa manera pero por lo menos pude verlo mejor, cuando reacciono a lo ocurrido anteriormente me duele la cabeza, me pregunto con qué cara veré a mi padre cuando regrese de su viaje o si debo mencionarlo, tal vez deba guardar el secreto. 

ok lo último que haría sería guardar el secreto porque creo que todos merecemos que alguien nos diga la verdad por muy dolorosa que sea, así que pensaré como decírselo apropiadamente, después de todo tengo una semana para pensarlo muy bien.

Decido salir de mi habitación ya que en verdad necesito una aspirina, aunque por un momento dude en bajar porque para el tiempo que pasó, puede ser que incluso me lo encuentre en el camino, aunque por otro lado pueda saber quién es y así en todo caso que mi padre llegue a preguntar le diré lo que sé.

Al bajar las escaleras por desgracia no me encontré a nadie, pero llegando a la cocina estaba mi madre. En verdad no sabía que decir o cómo actuar, solo me quedé ahí mirándola mientras tomaba un vaso de agua, claro hasta que se percato de mi presencia.

-¿Qué haces ahí en silencio?

-...

-Olvídalo, no es como si me importara así que solo quítate del camino.

Cuando pasó a mi lado, logré percibir una colonia de hombre y sentí una rabia tan grande por dentro que jamás había sentido, aunque nunca me enojé o la odié  por todas las cosas que me hizo, pero en este momento lo hago... yo simplemente no puedo perdonar esto, amo demasiado a mi padre para seguir soportando esto.

Tomé una aspirina mientras volvía a mi habitación, me coloqué los audífonos y mientras se reproducía  mi canción favorita solo podía pensar en algo que no quería aceptar en cuanto lo vi.... Dylan es jodidamente sexy, ¿Dios por qué tienes preferidos?.

Sus ojos eran una combinación extraña, se podía ver el amarillo brillante enseguida, pero solo cuando nuestros ojos se encontraron pude notar el rojo haciendo un contraste realmente hermoso, su piel se veía pálida pero sin llegar a parecer enfermo, era muy alto, yo que apenas alcanzo los 1.62 pero el parecía fácilmente medir 1.85, su nariz era fina y recta, es delgado pero vaya que tiene músculos y no lo digo solamente yo, lo dice su camisa apretada con la que podías ver todo y ya no seguiré pensando en él.

Me volví a acomodar para así caer en los brazos de Morfeo.

NOTA:

No se quién este leyendo esto pero sinceramente quería disculparme por no actualizar. Para mi desgracia me dio  Covid-19 y estuve grave junto a mi familia, pero ya estoy de vuelta. Gracias a los que le están dando una oportunidad a la historia  y espero que siga siendo de su agrado.

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