Kanojo Okarishimasu - Un camino diferente -

Roles invertidos

Los tres días pasaron en un parpadeo, hoy era la cita con Ruka, Kazuya comenzaba a sentirse diferente, los días fueron cortos; pero para él, era una eternidad infernal, con la idea en la cabeza de superar su pasado, estamos viendo los inicios de un nuevo Kazuya; por tal motivo, como espectadores vamos a imaginar un reloj en la esquina del escenario para presenciar su nuevo estilo de vida

7:00 a.m.: El despertador de Kazuya lo levanta de su sueño eterno, antes de dormir no pensó en nada ni en nadie, solo cerró los ojos y nubló su mente, fue como si hubiera hecho un trato temporal a su imaginación, al despertar, apagó dicha alarma y de inmediato partió al cuarto de aseo, no sabemos por qué se demoró tanto, pero al salir estaba totalmente fresco

8:00 a.m.: Buscó ingredientes en su mini refrigerador, y al ver solo una botella con agua, su estómago empezó a crujir, pues este le exigía algo de comer o sino comenzaría a patear su hígado sin control. Regresando de supermercado, solo compró un frasco de yogurt y cereal para comer, y unas ciruelas que su madre le dio en una ocasión

9:00 a.m.: Al terminar de comer y lavar los platos de la mañana y de la noche, se percató del basural de cuarto en que estaba viviendo, agarró su celular y notó que le sobraba tiempo; de inmediato empezó a limpiar como si esperaría visita

10:00 a.m.: Resultó cansado y completamente sucio; con un suspiro agotador, dejó radiante el piso; faltaban dos horas para su encuentro con Ruka, así que sin perder tiempo fue directo a bañarse, al terminar su aseo perdió 40 minutos en buscar buena ropa para la ocasión

11:00 a.m.: – ¡Demonios, ya falta poco! – se decía mientras miraba su celular; así que, sin demora, salió a pura prisa de su cuarto... pero al abrir la puerta (quiten el reloj)

– Hola – Mizuhara estaba en los pasillos como si estuviera esperándolo; si nada más que decir – ...Hola, Mizuhara – respondió un Kazuya sorprendido, pero esta vez sonó un poco indiferente,

– Tiempo sin vernos – Mizuhara trataba de verlo a los ojos, pero Kazuya lo impedía, – sí, de igual manera –

– Oye, ¿podemos hablar? – Mizuhara actuaba delicada, se encontraba decidida, sentía que ahora no habría ningún obstáculo que se interponga en su declaración, pero...

– No puedo estoy apresurado, me hago tarde, voy a tener una cita con Ruka y sabes cómo se comporta si la hago esperar –

– ¡¿Eh?, ¿Qué?! – Mizuhara no supo que decir después de lo que escuchó, ¿una cita con Ruka? Se quedó helada, toda su inspiración y valentía que consiguió, en un instante se esfumó en el aire

– Lo siento, me hago tarde debo irme – sin nada más que decir, cerró la puerta y partió sin mirar a Mizuhara. Cada paso que Kazuya daba, deprimía más a Mizuhara, el coraje que tenía adentro, se convirtió en impotencia y frustración, era mucho para un solo, no lograba aguantar más, sabía que era ahora o nunca

– ... Te quiero a ti – una avergonzada Mizuhara lo dijo, expresó esas sagradas palabras de una chica enamorada, sus emociones han sido expuestos, lo dijo sin pensar en las consecuencias

– ¿Eh?, ¿Qué?, ¿Qué dijiste? – con una distancia moderada, Kazuya levantó una ceja y bajó la otra, inclinó la cabeza en sentido de duda, pues el muy tonto no escuchó lo que Mizuhara habló, en ese momento las miradas de estos amantes se conectaban como antes

Un silencio comenzó a aparecer, pero no era por mucho – estoy contra el tiempo, nos vemos Mizuhara – Kazuya se despidió con una actitud fría y distante, dio media vuelta y continuo hacia su destino

Mizuhara no sabe qué hacer, con la ira al saber que perdió esa oportunidad, presiona las barretas del pasillo con tanta fuerza, los ojos le hacían botar lagrimas de fuego – ¿con Ruka?, ¿desde cuándo?, ¿pasaran la tarde juntos? – Mizuhara tenía entendido que expresarse de forma alterada hacia él, creía que escaparía como en la estación de tren, no pudo hacer nada más que verlo partir

Mientras tanto, en el cuarto de al lado, Yaemori estaba pegada a la puerta escuchando toda la conversación, se encontraba boquiabierta y luego mordía su polera de la rabia – ¡Mastah, pedazo de imbécil, idiota, tonto, estupid...! – exclamaba en voz baja todos los insultos que se conocía y en todos los idiomas que sabía, Yaemori por poco rompe su puerta para ir a acompañarla – ¡Mizuhara! –, pero rápidamente vio como Mizuhara entró su habitación, cerrando la puerta con violencia

La palabra "Ruka" y "cita" no paraban de invadir su mente, no la dejaban tranquila – ¡maldición! ..., No me daré por vencida, ¡esto no va a terminar así! – estaba incontrolable Mizuhara, sentía que su corazón estaba por salir

En el camino, Kazuya pensaba en Mizuhara, pero ahogaba esas ideas con la decisión que acabó tomando – Como duele; verte, me sigue hiriendo... sé que estas feliz con él, así que yo también buscaré mi felicidad – Kazuya se decía una tras otra esas palabras, se engañaba que Mizuhara estaba con Umi y que él era el vecino que se ilusionó en vano, aunque la realidad... era todo lo contrario