Te Vamos A Rescatar ¡Mamá!

Prólogo_ Sabes ¿por qué estoy aquí?

El caballero de cisne un varón de cabellos rubios se encontraba recargado en un árbol alejado del jardín de su hogar, tratando de no congelar dicho árbol había tenido uno pelea fuerte con su esposo algo raro en su matrimonio que cuando pasaba trataban de todas las maneras posibles de reconciliarse pero esta vez no había pasado, cada uno se fue a caminos distinto sin decirse nada al respecto que para el rubio le restó importancia al ser demasiado orgulloso.

Frució el ceño al saber que su docel era demasiado terco cuando se lo proponía le había hecho una pregunta insignificante que ¿era si se encontraba bien? al estar observando que el de cabellos verdes esmeraldas se encontraba bastante intranquilo a lo que Andrómeda solo dijo un si que no le convenció para nada.

Por esa simplemente razón se pelearon uno por que el docel no le decía nada y trataba de cambiar el tema, dos el varón no dejaba de insistir que le contara lo que le sucedía.

--- Padre, no sé si te has dado cuenta que estás congelando el árbol - comento en un tono bastante tranquilo un varón de rubios cabellos su hijo mayor una copia exacta en apariencia de el excepto por el color de ojos que son verdes

--- ¿Hyoshu? ¿que haces aquí? no deberías estar entrenando con tu hermano y Nicolás - descongela el árbol al dar se cuenta que por poco y se haría hielo el menor solo lo observó sin comentar nada de ello

-- Nicolás me pidió dejarlos a solas un momento, quería hablar con Ruth de algo importante además, yo debería preguntarte ¿que haces tú aquí padre? - llevo una mano a sus cabellos alborotando al sonreír levemente el disgusto que se formó al varón adulto de que su hermano y primo quedaron a solas

-- Sabes que no me gusta que Nicolás y tu hermano se queden juntos más a solas... sobre eso tu madre y yo tuvimos una pelea - suspiro pesadamente para masajear suavemente el cien a lo que Hyoshu se sorprendió de su revelación

-- Eso se le llama celos de padre... ¡¿una pelea!? no me digas que tú fuiste capaz de... - el de ojos verdes esmeralda lo fulmina con la mirada haciendo puño sus manos no quería imaginar que habrá pasado

-- ¡Nunca le levantaría la mano a tu madre! ni aunque no estuviera en mis cinco sentidos, sacate esa tontería de la cabeza - gruñó molesto a adivinar lo que pensaba su hijo esté al darse cuenta de la tontería que le dijo se sintió apenado

-- Se que nunca has levantado la mano para golpear a mi madre ni hoy ni nunca, lo que me preocupa es que pase la pelea de gritos a golpes - Hyoga se dio cuenta que el rubio menor se encontraba preocupado por sus progenitores

-- No te preocupes es una pequeña pelea con tu madre que se va arreglar, lo conozco muy bien a Shun el es mi esposo no se te olvide - sonrió levemente conociendo al docel a él no le gustaba pelear con su esposo odiaba que pasará eso unos minutos y salían de la habitación reconciliados se sonrojo de golpe al recordar cómo le hacia el amor a Shun

-- Papá... a Maguz y a Ruth no les va a gustar si se enteran del por qué las marcas que le dejas a mamá - había visto a su madre salir de la habitación con chupetes en su blanco cuello como mordidas que adornaban tratando de esconder esas marcas por sus hermanos menores que empezaban a interrogarlo con preguntas

-- De todos modos tus hermanos no pueden detenerme en demostrarle el amor que le tengo a tu oka-san - se cruzó de brazos sonriendo victorioso a su hijo que solamente negó apenado por sus hermanos

-- Es por eso que mamá no puede ni caminar por tu demostración de amor por el... - murmuró en voz baja para no ser escuchado por su padre que lo miro con una ceja levantada