Cheonsa Agma | NamSeok || BOOK 2#

19. Rojo y negro de erotismo

Hoseok va dando saltos por el palacio infernal. Los sirvientes los aludan a medida que pasan junto al niño de doce años. Es natural verlo con diferentes edades.

— ¡Hola! —saluda emocionado saltando a Taehyung, quien apenas consigue cargarlo—. Ya tienes tus alitas nuevas. —Sonríe amplio y complacido. Taehyung imita el gesto.

—Sí, Namjoon ayer me cambio. Se siente... bastante igual a como estaba antes. —opina encogiéndose de hombros. Dando la conclusión de que ni siquiera hay una diferencia real entre demonios y ángeles.

Quizá que unos son libres y los otros, no tienen más opción que vivir bajo órdenes eternas a menos que quieran desaparecer. Una diferencia notable con la que prefiere estar dónde está. Incluso si el cambio de especie dolió.

Dolió muchísimo.

El motivo por el que debía mantener sus alas, es que Namjoon se las iba a arrancar y en consecuencia, contaminarlo con su poder y sangre. De ese modo, obtuvo unas alas de color negro y un ligero tornasol púrpura. Le gustan bastante. Las considera elegantes y dado que no hay problema con mantener a su perro Tannie, todo es perfecto en su vida.

Incluyendo probar cosas que le daban curiosidad: El sexo, la bebida, compañía para jugar, viajar a donde quiera, etc.

— ¿Te contaron todo lo que pasó? —pregunta Taehyung y Hoseok niega con la cabeza.

—Namjoon no ha querido que lo sepa, porque dice que voy a llorar mucho. Que solo debo estar feliz porque los niños volvieron. —responde agitando un poco las alas. Taehyung balancea la cabeza, tiene sentido para él. Lo sorprende un pajarillo deteniéndose en la cabeza de Hoseok—. Ah, él es Mickey. Yoongi me lo regaló.

—Que bonito—Extiende la mano y el ave salta a su dedo—. Sigue acompañando a tu dueño. —pide al pajarillo que trina, dando pequeños saltos.

Resulta ¿Curioso? Como el animal está tan cerca y tranquilo con un demonio. Hoseok considera que parte de las enseñanzas que les dan en el cielo, están erradas. Cualquier ser puede tener un espíritu puro. Cualquier ser puede tener un espíritu bueno, tan solo debe dársele la oportunidad de demostrar que lo son. Es levantado y sentado en los hombros de Namjoon, quien le da palmadas en las piernas.

—Lucifer me invitó a una fiesta que hará ¿Quieres que vayamos? Iremos todos. —Invita Namjoon. Hoseok se agarra a los cuernos del demonio lujurioso y asiente sonriente.

19.1 Híbridos vistos

Hoseok acomoda una de las tantas y coloridas pulseras que lleva, sentado donde Namjoon lo dejó. Su ropa casi transparente de color negro donde el oro y piedras brillantes resaltan. Centra su corona y hace un puchero, un poco aburrido.

No sabe dónde está Namjoon, Yoongi, Jimin o Jungkook. A lo lejos es capaz de ver a Taehyung jugando con un grupo de demonios. Con esos cinco turnándose para estar en sus piernas. Se lo ve divertido. Sonriendo torcido y sacando la lengua de vez en cuando.