Tres

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La aldea estaba abarrotada de Gennin para cuando Shikamaru llegó a la entrada. Este año, al igual que los anteriores, acudían ninjas aliados de Otogakure, Sunagakure y Kirigakure. No era pues, de extrañarse, el alboroto que se suscitaba en derredor. 

Había animadversión y desconfianza en los rostros de algunos. Inseguridad y temor en otros. Las inscripciones ya habían sido hechas y los aliados comenzaban a agruparse lentamente. 

Temari llegó poco después que él. En medio del pesimismo, y a pesar de que Tsunade les había citado media hora antes, Shikamaru creyó que no habría manera alguna de organizarse en los escasos minutos que tenían disponibles. 

No se percató de sus acciones hasta que Temari habló por segunda vez. La primera lo había hecho para "felicitarle" por su puntualidad, está vez, sin embargo, fue para evidenciar un hecho aparentemente insólito. 

-¿A quién buscas?

Aún distraído, Shikamaru dejó de mirar a la muchedumbre. 

-No va a conseguirlo- murmuró, sin darse cuenta de haber expresado su pensamiento. 

Confundida, Temari lo secundó en mirar a la redonda, como si buscase aquello que le tenía mentalmente dividido. 

-¿De quién hablas, llorón?

Chasqueando la lengua ante el insulto, Shikamaru reparó en lo que hacía. Recordó la visita de Naruto por la mañana y se maldijo internamente por rememorar semejantes trivialidades en un momento tan relevante como ese. 

-Que mujer tan problemática- repuso para evadirse, tras lo cual recibió un fuerte puñetazo en el hombro de parte de la temperamental fémina. 

**

Cómo era de esperarse, Naruto figuraba entre los últimos de la lista. Dos Gennin de diferentes aldeas fueron asignados en su equipo. Se trataba de una chica parlanchina de cortos cabellos verdes que se presentó como "Fu" y otro joven llamado Utakata que vestía un extraño kimono con flequillo y, además, no dejaba de sostener una especie de pipa entre sus dedos 

Según una misiva de Tsunade, se haría una excepción para asignar en el mismo equipo a los miembros sobrantes de distintas aldeas que habían calificado para los exámenes. 

Naruto se sintió más animado de que sus compañeros fueran de otras aldeas, pero, al mismo tiempo, vacilaba de sí mismo. No había estudiado nada y no tenía la menor idea de cómo iba a pasarlos.

Después recordó que si fallaba alguna de las pruebas, los integrantes de su equipo se verían también afectados. 

El ánimo se desvaneció muy pronto mientras esperaba impaciente para ser conducido dentro del recinto donde realizarían la primer prueba escrita. 

Por alguna razón, a Naruto no le sorprendió ver al joven del clan Nara de pie sobre la plataforma. Sonrió entusiasta, forzándose a embargarse de una falsa sensación de bienestar para no sucumbir ante los nervios que vaticinaban su obvia derrota. 

Se preguntó, por unos instantes, si no habría hecho mal en precipitarse de esa forma. También le sentó mal imaginar la humillación a la que se vería expuesto si llegaba a fracasar de nuevo. 

Poco a poco y sin darse cuenta de ello, la sonrisa se fue borrando de su faz, hasta que sus labios quedaron completamente rígidos. 

Al pasar junto a Shikamaru, Naruto se forzó a mirar al frente, pero entonces sintió un suave tirón en el codo que lo hizo detenerse. Fueron escasos segundos y el Nara tampoco lo miró en ningún instante cuando susurró algo que Naruto no llegó a comprender del todo. 

Seduciendo a un vago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora