Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | Kᴀɢᴇʜɪɴᴀ

Capítulo 15: Condición

Había que admitirlo, daba miedo. ¿Pero cómo no tenerlo?. No era una de esas lindas imágenes de mariposas volando por el campo o la blanca nieve posándose sobre las hojas de los árboles durante el invierno.

Era ver a su armador, en realidad, era ver a su amigo, con lágrimas en todo el rostro y su remera empapada de sangre que todavía seguía fresca.

Miles de ideas pasaron por las cabezas de todo el equipo de lo que podía haber pasado, cada una terminando con un final peor que la otra. Solo sabían que por esa cantidad de sangre y haber terminado en el hospital, quería decir que era un problema grave y uno muy grande.

Todos seguían congelados. Por más de que estuvieran preocupados, no eran capaces de formular ni siquiera una pregunta. No podían salir de ese estado. Querían saber qué pasaba pero al mismo tiempo tenían miedo de escuchar la respuesta.

El profesor Ukai también estaba inquieto, pero intentó salir de su trance y no entrar en pánico. Después de todo era el adulto responsable, un pensamiento que hacía que contenga sus emociones desesperadas por salir, dentro de su mente.

Tenía que mantener la calma.

Se acercó hacia Kageyama y se agachó para poder verse cara a cara.

- ¿Estás lastimado?- intentó de sonar lo más tranquilo para no preocupar a los demás.

El azabache separó sus labios levemente para contestar, pero solo salían balbuceos inentendibles. Ukai lo miraba con lástima, al ver que se encontraba en un estado en el que no podía hablar correctamente.

- Kageyama - apoyó su mano en el hombro de este - Tranquilo, solo...necesito saber qué pasó -.

El nombrado lo observó por unos segundos a su profesor, intentando calmarse para poder contar lo que había pasado.

- C-cuando...-.

Las primeras palabras coherentes habían salido, llamando la atención de todo el grupo.

- Cuando fuí al vestuario, me encontré con Hinata y nosotros...empezamos a discutir - relataba con palabras temblorosas.

Esto no sorprendió a sus amigos, ya que se dieron cuenta en las prácticas de esta mañana, la presencia de una extraña tensión entre ambos. Sabían que algo había pasado.

- Él quiso escapar de mí, entonces salió de la escuela y yo lo empecé a seguir. Por un momento lo perdí de vista, pero lo volví a encontrar al frente de una calle -.

Un nudo en su garganta se estaba formando, haciendo que sus palabras suenen ahogadas.

- De la nada, Hinata perdió el equilibrio y se desmayó. Pero m-me dí cuenta de que...un auto se estaba acercando - la lágrimas comenzaron a caer nuevamente recorriendo sus mejillas.

Todos sentían un escalofrío horrible que les recorría cada uno de sus huesos. Lo que sus oídos escuchaban los estaban desesperando.

No querían imaginar nunca la escena del accidente en sus pensamientos.

- Intenté alcanzarlo pero...- mordió su labio inferior muy fuerte - el auto fue más rápido y...-.

Nadie quería escuchar aquellas palabras.

¿Acaso estaban...

- Atropelló a Hinata -.

en un infierno...?

- ¡Mierda!- dijo Ukai para luego darse media vuelta, llevándose ambas manos hacia su rostro para cubrirlo.

Se sentía responsable de lo que había pasado. Si tan solo...hubiese hablado unos días antes con Hinata como lo tenía planeado, él tal vez podría estar bien. Pero lamentablemente no se puede volver el tiempo atrás. Si eso pasara, los errores no existirían y nunca podríamos aprender algo de ellos.