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Termina la útima clase, salgo junto a Rose, no veo a Max, tal vez se olvidó o se arrepintió.

–¡Theo! -oigo la voz de Max a mis espaldas

Corre en nuestra dirección, si yo corriera esa distancia tal vez estaría hiperventilando, pero él está como si nada.

–Pensé que te habías olvidado

–Lo siento, es que tenía que entragar unos libros en la biblioteca

–Tranquilo, no pasa nada

–Hola Rose -ella lo ignora- tan amable como siempre

Caminamos juntos hasta la salida, donde Rose toma un camino diferente. Hablamos de cualquier cosa hasta llegar a mi casa, Max y yo no somos tan diferentes, nos gustan las mismas pelis y jugar videojuegos, creo que podemos ser buenos amigos.

–Ana, ya llegué -anuncio al entrar

Ana es mi hermana mayor, actualmente vivo con ella y con mi padre, pero él está de viaje.

–Entra, al parecer no hay nadie

Dejo las llaves sobre la mesa y reviso la casa para asegurarme de que no hay nadie, aveces oye música con audífonos, y cuando eso pasa pueden llevarse la casa y ella no se enteraría.

–Tengo hambre, vamos a comer algo -le indico que me siga a la cocina- ponte cómodo

Se sienta en uno de los taburetes de la barra y coloca su mochila en el espaldar

–Tu casa es muy bonita

–Y di lo contrario

Se ríe por lo bajo, busco algo para comer, no sé que le gusta

–Tengo jugo de naranja y tostadas con jalea

–Perfecto

Sirvo dos vasos de jugo, un plato repleto de tostadas y el frasco de jalea. Me siento a su lado y comenzamos a comer, estoy hambriento.

–¿Vives con tu madre? –me pregunta, de seguro piensa que Ana es mi madre

–No, Ana es mi hermana, vivo con ella y con mi padre

–¿Y tu madre?

Meto media tostada en mi boca, pienso si decirle, no somos amigos, pero si quiero que lo sea tal vez deba comenzar a confiar en él.

–Perdón -se disculpa- no debí preguntar

–No te preocupes, no es como que haya fallecido

–Yo no dije eso

–Pero lo pensaste

–Puede -confiesa algo avergonzado

Se ha tomado todo su jugo, relleno su vaso y me decido a contarle

–Antes vivía con mis padres, Ana y mi hermano menor

–No tienes por qué contarme

–No te preocupes, ya no me afecta

–Bien, como quieras

–No sé si sabes, pero la verdad es que no me gustan las chicas, si entiendes a lo que me refiero

Se lo piensa un momento

–¿Por eso siempre eres el último en las duchas?

Me sorprende que sepa eso, pensé que nadie lo notaría.

–Sí, no me gustaría que los demás chicos se incomoden, que piensen que los miro o algo

–Eso tiene sentido

No le gustan los chicos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora