EPÍLOGO

14.8K 1.2K 137
                                    

Los dos mejores amigos estaban en la casa de Darren sentados mirando televisión en un sábado, pero no era un sábado común.

—Muero de hambre... —Tiffany exclamó y se levantó del sofá para asomarse por la ventana

—Yo también... ¿puedes invitarme una pizza? —Darren le respondió, aún seguía sentado en el sofá— es mi cumpleaños, deberías consentirme

—ya casi llega Adam... si ordenamos pizza, ésta llegará cuando no haya nadie

—¿y porqué usas esa minifalda? Sólo iremos a casa de Nicole... no es como si vayamos a un desfile... estás mostrando más piel que nunca, y me doy cuenta que nunca has asoleado tus piernas, pareces un fantasma, mira: están tan blancas.

—Me la compró Hilary... —Tiffany regresó a sentarse junto a su amigo— y no es minifalda es falda normal... no está tan corta...

—¿Quieres impresionar a Stephen?

Tiffany inclinó su cabeza e hizo un pequeño movimiento parecido a un asentimiento.

—No lo tolero... de repente quiero arreglarme y lucir bonita, quiero... tener mi autoestima alta, lo suficiente como para poder coquetear y tontear... no quiero parecer un fantasma, quiero un lindo bronceado, pensé en ponerme extensiones y... quiero que se borren estas horrendas pecas... —Tiffany palmeó sus propias mejillas y agitó la cabeza— ¿qué me está pasando?

—Eso te pasa por juntarte con las animadoras... lo bueno es que ya renunciaste

—Púdrete, ya nunca se puede hablar en serio contigo

—Sólo bromeo —Darren abrazó a la rubia— si quieres una respuesta seria: creo que te estás atravesando esa fase de todas las chicas tienen cuando les gusta un chico.

—Pero yo nunca me sentí así —Tiffany se separó— quiero poner de mi parte, quiero demostrarle que también yo... —no sabía que decir a continuación, no lo diría en voz alta— pero me siento tonta.

—Lo sé Tiff, Stephen no es como todos los chicos... yo creo que no deberías esforzarte tanto por cambiar tu apariencia, eres hermosa... tienes tu propia belleza, y sin todo el maquillaje y extensiones. Y tus pecas son adorables, no quiero que se te borren nunca. Pero es genial que también tu pongas de tu parte, los hombres, inmortales o no, no esperamos para siempre.

—Bueno, hoy es el cumpleaños de mi mejor amigo, debo vestirme para esta ocasión tan especial. Aunque él no esté tan bien arreglado. ¿porqué no te pones la ropa que te compró Samantha?

—¿No basta con cortarme el cabello? Espero una ocasión especial —el hombre lobo encogió los hombros— ¿Qué tal si surge una emergencia y tengo que tirar mi ropa por ahí para convertirme en lobo?

—Ya acabó todo eso, y si me lo preguntas yo creo que te gusta ser lobo —Tiffany adivinó, Darren asintió con una semi-sonrisa

—Es algo liberador...

—¿Cómo es ser lobo? ¿Cómo se siente caminar en cuatro patas? ¿te arden los ojos cuando brillan? ¿No te duele cuando tu dentadura cambia?

—Al principio por supuesto no lo recordaba, pero las primeras veces que tuve conciencia mientras fui lobo, se sentía extraño, me desesperaba no poder hablar, y no poder caminar como bipedo , me cansaba, y el cambio de la dentadura duele demasiado... y sobre los ojos... no siento ardor ni quemadura, pero hay un cambio en la vista, sé que uso ojos de lobo cuando puedo ver mejor... —Darren hizo brillar sus ojos y los regresó a la normalidad de inmediato— pero todo cambió cuando me convertí en alfa, los chicos de la manada me entienden, me siguen y me protegen y viceversa... soy más fuerte con ellos alrededor

El Alfa Blanco [El corazón del hombre lobo #2]Where stories live. Discover now