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Mimos, él amaaaaaba los mimos, y más si su dulce nerd era quien se los daba. No cualquiera se le podía acercar, él detestaba que cualquier persona X invadiera su espacio personal. Pero, habían excepciones, como Kacchan.

Justo ahora, acostados en la cama del rubio, no podía hacer más que cerrar los ojos y dejarse hacer por él. Sintiendo sus delicados dedos acariciar su melena rizada, repartiendo también pequeños besos en cuero cabelludo. La otra mano del rubio estaba en su espalda, sobandola como si estuviera consolandolo.

Tenía sus brazos aprisionando la cintura del rubio, con su cabeza recargada en su pecho para escuchar el calmado latir de su corazón. Se sentía tan tranquilo y en paz con él que le parecía sorprendente. Hacía mucho que nadie le daba este tipo de caricias, su madre y él tuvieron sus diferencias entre ellos y desde entonces casi no hablan. Quiere decir que se siente mal por eso, pero estaría mintiendo a lo grande.

Suspira y suelta una especie de ronroneo, se siente tan tranquilo que le ha empezado a dar sueño. Oye una risita del rubio. Trata de mover sus labios y decir algo pero los siente adormecidos por el sueño.

- ¿Qué es tan gracioso, bobo? - logra medio articular, con los ojos pesados y larga un bostezo.

-Es que, eres muy adorable cuando estás así - le dice, sin detener los mimos a su novio.

No responde, pero el quejido inconforme y el ceño fruncido le dicen que no está de acuerdo con sus palabras

- Ya, me callo. Duerme, estoy aquí contigo, estaré aquí para cuando despiertes, Deku-Sama - le susurro dándole un beso en la frente antes de que cayera ante los brazos de Morfeo - Te amo

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*cry*
Lloren pues, no los juzgo.
Esta historia está por terminar :') tiene segunda parte y sabrán su nombre dentro de poco. ♥
Los amo.

¡Deku-Sama! - Dekukatsu [TERMINADA] Where stories live. Discover now