ELON XI PARTE II:PÉRDIDA Y PIEDRA

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Detrás nuestro aparece una mesa pequeña y dos sillas de madera de color azul claro y azul oscuro. Ambos tomamos a sienten;yo el la silla oscura y ella el la silla clara. Por algún motivo me siento más a gusto el esta sillas.

Pasado los segundo, mirándolo fijamente sin decir nada. Los segundos se volvieron minuto y los minutos se volvieron horas.

Mi esposa ya está hasta de silencio sordos de ambos que bufar de condescender.

Ante de ella esta muerta, casi todos el tiempo, teníamos una práctica o conversación platónica, para matar el tiempo. Alguna veces ella la iniciaba y viceversa, la mayoría de tiempo era yo que comenzaba.

-ya veo, no a superado mi muerte, verdad giyu-me mira decepcionada.

Yo no digo nada tras esa palabra, la palabra no me sale.

-y bien, nezuko te comió la lengua-

-ya...los...superaré-

Por fin digo algo pero duele y mucho...

-giyu, no me mientas-dice con mirada penetrante-te conozco muy bien, se que algo te agobia-

-no el cierto-

-giyu, mira esa silla-

Miró con incrédulos a donde ella indica y la silla tiene picho que se clavar en mi piel como aguja, por todas las paste superiores de mi cuerpo hasta la parte inferior.

-está silla representa tu inconsciente y debo decir que eres demasiado simple giyu-

Ella se levanta y camina hacia a mí y dice.

- pero no importa, escuchar bien giyu, la silla azul donde tu esta sentada es tu irreflexivo ser, un enojó, que se creen superiores, mientras la otra silla en tu reflexivo ser que era ante, un amable y compresivo-

Aparto la mirada y miro a bajar de mi piel.

-no puedo-

-me los puedes contar-dice con interés.

Ella era una de la muy pocas personas que podía contar abiertamente mi problema.

Suspiro resignado-sé que no te puedo mentir, y el cierto, no es podido superar la pedida de aquella noche-

De nada brotar lágrima de mi ojos.

-ustedes era todos para mi-

Trato de secar me la lágrimas con mi túnica pero la mano tibia de mi esposa, la aparta de mi ojos húmedo y me mira y me abraza entre su pecho, tal tiernamente que no el podido deja de llorar.

-los sé, se que fue duro perder a tu familia y, perderme a mi estado embarazada-

Así en perdí todo esa noche, perdí a mi familia, a mi querida esposa y mi primer primigenio, a mano de los demonios que vinieron a conquistar.

[...]

Tras pasa los minutos entre los pechos de mi esposa, me repongo aliviado y listo para acompañada a otro mundo pero, ella me detiene el de proceso.

-todavía no es tu tiempo-

-pero estoy listo-

Ella niega con la cabeza y dice-hasta que esta silla esté clara no puede venir-

Frunció es ceño de mala gana y la miró.

-que tengo que hacer para ir contigo-digo rápidamente.

-no los se-cogiéndose de hombro.

-¿eh?-

Me sorprende como un iluso. Mientras me ignoras ella se queda pensativa.

LA BRUJA Y EL SHINIGAMI Where stories live. Discover now