✩ ─── 「 ༺ ☪ Capítulo 4 ☪༻」─── ✩

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La risa resonó en el aire y Marinette vio desde su sitio a los otros dioses bailando. Todos eran hermosos y de admirar, encajando con sus nombres. Las flores decoraban sus cabellos, y estaban vestidos con las más finas telas. Todos estaban sonriendo mientras participaban en el festival, pero Marinette mantenía su distancia.

Deseaba que Adrien pudiera participar en este tipo de eventos, pero sabía que los otros dioses lo odiaban o le temían por las razones más ridículas.

Solo porque había sido marcado con el destino de reinar la oscuridad, los otros dioses – los mayores – estaban felices de hacerle menos y tratarlo como un exiliado.

La idea de que Adrien viera todo desde lejos hacía que el corazón de Marinette se apretara con tristeza. «¿Cuánto tiempo había estado Adrien sin cuidado y amor? »

Siendo una persona que siempre había vivido rodeada de amor, risas y belleza, apenas podía imaginar el tipo de soledad que Adrien había tenido que soportar por años, eones incluso.

Movida por sus emociones, Marinette se puso de pie y se alejó de la felicidad que la rodeaba. Echó una mirada a las brillantes luces y el aura de alegría antes de apartar la mirada y empezar a ir hacia el bosque que estaba lejos de las tierras de su madre. Su corazón latía desbocado, a pesar de saber que Adrien no estaba esperándola, deseaba que el otro dios respondiera su llamado.

Caminó lentamente por los límites del bosque y respiró profundamente antes de entrar. Se dirigió con cuidado a través de la maleza, asegurándose de no tropezar con ninguna raíz. Llamó a Adrien suavemente, buscándolo, su corazón se desesperaba ante la idea de ver a su amante otra vez.

—¿Qué haces aquí?

La joven diosa giró, y una sonrisa iluminó su rostro. Pudo ver la silueta de Adrien, y dio unos cuantos pasos en su dirección.

—Te extrañaba... —Marinette dijo caminando hacia Adrien. Se detuvo a unos cuantos centímetros del otro, y sus ojos brillaron con un amor que amenazaba con desbordarse. —¿No estás feliz de verme?

—Estoy más que feliz de verte, amor. —Adrien murmuró estirando la mano y acariciando la mejilla de la diosa con su pulgar. —¿Pero está bien que estés aquí? Estoy al tanto de que deberías estar en- —su rostro se endureció, y esa mirada hizo que el corazón de Marinette se apretara. —No deberías-

Marinette rodeó el cuello de Adrien con sus brazos y le sonrió. Lentamente empezó a moverlos, y el dios de la oscuridad la miró apenas dejando notar una sola emoción.

—¿Qué haces?

—Bailando, —Marinette murmuró acercándose más a Adrien y descansando su cabeza en la curva del cuello del otro. —Me gustaría que te movieras conmigo. —Alzó la mirada hacia Adrien, y notó la expresión oscura del otro dios. Frunció el ceño y acarició la mejilla de su amante. —¿Qué sucede?

—No necesitas estar aquí.

—Pero quiero estar aquí. —Marinette insistió gentilmente, muy al tanto de la tendencia de Adrien a irse cuando era presionado. Sostuvo la mirada del otro dios, con el corazón martilleándole en el pecho. —Quiero estar aquí... Contigo.

—Es una noche bonita. No debes pasarla en las sombras. —Adrien murmuró acariciando los suaves cabellos de Marinette. La miró con arrepentimiento y anhelo. —Regresa con los otros, y estaré feliz de ver tu rostro alegre entre ellos. ¿No quieres escuchar la bonita música y...?

Marinette alzó la cabeza y frunció el ceño.

—No necesito música. Sé lo que quiero escuchar. —El silencio llenó el vacío en su conversación, y Marinette pudo escuchar el ligero ruido del bosque. Enterró el rostro en el hombro de Adrien, inhalando profundamente antes de volver a mirarlo.

Light in the Dark (Adrinette)Where stories live. Discover now