5. ¡Manos a la obra!

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Cada individuo vive las consecuencias de sus propios actos, ya sean positivos o negativos. 

Por siglos se comportó mal, hirió a quienes se encuentran a su alrededor... Para aquellos quienes siempre procuraban estar a su lado intentando ayudarla sólo tuvo un mal gesto y palabras hirientes... Siempre quiso prescindir de todos y hacer las cosas a su manera, intentó forzar a otros, deseó el mal para más de uno.

Pero quién lo diría... Un día la joven a la cual repudió, a la cual quiso matar con sus propias manos, a la cual deseaba desesperadamente apartar de su camino, fue la única en tenderle la mano.

Y fue ella quien la ayudó a liberar el peso del dolor que había acarreado a lo largo de toda su vida. Fue gracias a ella que al fin pudo liberar su miedo, su frustración, su pesar. Gracias a Rin pudo entender y valorar a quienes están a su lado.

Sin embargo, nada podía borrar el daño causado antes de ese momento. Y es ahora quizá que el destino le está cobrando por ello.

Bien, lo merece... Pero Aki no.

Han sido varios días ya en los que él se ha negado a salir de allí. ¿Qué decir si la cuestionan por él?... Debería intentar hablar con él al menos.

Pero al notar que ella ha ingresado a la habitación él le da la espalda, y cuando se recuesta a su lado sólo se aleja.

Se siente culpable, se siente responsable por lo ocurrido, pero le parece que él quizá se siente peor.

*********

En la aldea.

Hace casi una semana que Kohaku se marchó con aquellos forasteros y Siri se quedó a cargo de Sango y Miroku. Saben que Timo buscará cualquier oportunidad para hacerle daño, por ello es preferible que no esté sola.

Aún así, quizá son paranoias suyas, pero últimamente se siente vigilada.

Por tanto, ahora, tal y como lo ha hecho días atrás, busca un tema de conversación con la señora Sango... Aunque tal vez eligió el equivocado.

Siri luce asustada, no, más bien aterrada... ¿Tan horrible es dar a luz?

Sango: De pronto viene el mayor alivio del mundo. Cuando el bebé está afuera puedes respirar.

Siri: Oh.

Sango: ¿Tú y Kohaku tendrán hijos?

Siri: (Traumada) ¿Ah?

Sango: (Apenada) Lo siento. Es que... Bueno, si van a casarse no descarto la posibilidad.

La joven suspira, con un gesto de dolor, como si fuera ella misma la que acaba de dar a luz con todos esos relatos. Luego sacude a ambos lados su cabeza, intentando disipar esos pensamientos.

Siri: No señora Sango, no creo que lleguemos a casarnos.

Sango: Pero...

Siri: (Sonríe) Está bien, yo sé que Kohaku sólo lo dijo para ayudarme en ese momento.

Sango: (Suspira) A veces creo que ese muchacho va a quedarse solo.

Siri: Claro que no, espero que él pueda estar con la mujer que ama, aunque sea... extraño.

Sango: (La observa un momento) No, Kohaku debe entender que hay cosas que de sólo considerarlas podrían llevarlo a la muerte.

Siri: Tal vez sólo sea un poco difícil, pero no creo que sea imposible.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 6.Where stories live. Discover now