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-Entonces si sientes algo por mí. –Le dijo Marcos, mientras se acercaba a ella.

-No sé porque dije eso. –Afirmó. –En este momento siento muchas cosas por ti, y ninguna de ellas es buena. Ahora vete.

Marcos se sintió algo decepcionado. Además, se sintió como un completo estúpido, sería muy difícil que Raquel le perdonase lo ocurrido.

Sin embargo, había logrado que Sergio se fuera decepcionado de Raquel, quizá pudiera sacarle provecho a esa situación.

*
Se fue de casa de Raquel, y mientras conducía a su casa, recibió una llamada.

-¿Qué quieres? –Contesto de mala gana.

-Raquel me conto todo lo que ha ocurrido. Desde tus insinuaciones hasta el beso de hace un rato. ¡Qué clase de persona eres! –El enojo en su voz era palpable. --¿Solo estabas jugando conmigo?

-Cris... --¿Qué podía decirle? ¿Acaso le habría contado a Raquel lo que había estado ocurriendo entre ellos?

Raquel no podía enterarse que el haba mantenido una relación con Crisdel.

-¡Habla!

-¿Le contaste algo a Raquel sobre nosotros?

-Entonces solo eso te importa. –Colgó.

Marcos golpeo fuertemente el volante del auto.

Apenas llego a su casa, intento una y otra vez comunicarse con Cris, pero ella no contestaba. Y no se atrevía a llamar a Raquel, ¿Y si ya estaba enterada de todo?

Crisdel no se atrevía a contarle a Raquel sobre la relación que había mantenido desde hace un largo tiempo con Marcos. Raquel siempre le contaba todo, y ella le ocultó su relación con él, y todo porque Marcos así se lo había pedido.

¡Y todo porque quería estar con Raquel!

Cris no sabía qué hacer.

Aunque al fin y al cabo, Raquel amaba a Sergio y nunca tendría algo con Marcos, y mucho menos luego de lo que ocurrió esa noche.

Decidió que primero hablaría con Marcos, él tendría que darle muchas explicaciones.

Raquel, por su parte, estaba recuperándose de todo lo ocurrido. Tenía un fuerte dolor de cabeza, se sentía muy mal en realidad.

Le atribuyó su malestar a los acontecimientos, y trato de dormir.

*

Sergio no dejaba de dar vueltas en la cama. Odiaba no tener a Raquel a su lado cada noche, y despertar sólo tampoco era de su agrado.

Comenzó a pensar en cada momento agradable vivido a su lado, y eran demasiados.

Pero no todo era felicidad, entonces los recuerdos amargos se hicieron presentes. Esa misma noche, era muy amarga.

Sergio trato de desviar sus pensamientos, pero no le fue posible.

¿Y si Raquel estaba junto a Marcos en ese momento?

¿Tendrían ya una relación seria?

Eso último, lo hizo pensar en el divorcio. El no sería capaz de firmarle el divorcio a Raquel, ella no podía dejar de ser la Señora de Marquina, su esposa, su muy amada esposa.

Pero él no podía truncarle la felicidad a Raquel.

Si ella quería ser feliz con Marcos... ¡No! Simplemente no podía concebir esa idea.

Raquel era su esposa, el amor de su vida, la mujer perfecta en todos los sentidos... ¿Cómo podía dejarla ir?

Entre tantos pensamientos, se quedo profundamente dormido.

La Memoria Perdida.Where stories live. Discover now