𝐬𝐞𝐢𝐬

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¿Por qué tú?

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Mis labios temblaban, de impotencia y rabia. Era una sensación que no había sentido hace tanto tiempo, podía jurar que mis huesos se habían helado y no había manera de que me moviera. Las manos de Connie me removían, no sé en qué momento había llegado junto a Ymir y Krista, pero solo se que mis palmas dolían de tanto haber apretado los mangos de mis hojas. La sangre de los titanes yacía en mis mejillas, y se estaría evaporando de manera lenta. Solo escuchaba el latido de mi corazón, y la voz de Connie a lo lejano, pese a que estuviera frente a mi. Estaba aturdida, en algún tipo de lapso doloroso del que no podía saltarme. Era como si ya no quisiera hacer más, porque sabía que esto, tenía culpabilidad en mi, y en mis aliados. La imagen de Berthold retumbando frente al muro, sobresalía frente a mis ojos, debí haberle detenido si supiera este costo, porque lo primero que indague fue que deseaba vivencia para ellos, al menos entre ellos, me refería a esta gente de acá que había crecido con nosotros, pero si más importancia a la vida de Eren Jeager. Por alguna extraña razón, la ausencia que sobresalía en esta esquina, me estaba comiendo viva. Sus ojos estaban plasmado en mis imágenes, y lo único que deseaba era escuchar su voz.

Me era incapaz de realizar que había un sentimiento profundo, han sido tres años donde ambos nos hemos entrelazados como buenos amigos, pero quizás, no supe manejar el hecho de que él se había enamorado de mi, al igual que yo, de él. No sentía mis ojos húmedos, pero quería gritar fuertemente al viento por el atroz hueco que me había creado. Aunque no era culpa del hueco, si no, de las acciones de las personas que sobrellevaron este macabro plan, y entre ellas, yo. No tuve que participar para ser culpable, pero con tan solo haberlo permitido, era más que suficiente. Mi mirada se elevó, y los ojos de Connie parecieron sentirse aliviados cuando le mire. Con cuidado me levante, mis rodillas sintieron calambre, y me pesaba el caminar, pero mi enfoque era dirigirme a ese varón que yacía aturdido por lo que debió haber visto. Los ojos de Armin estaban empapados, sus manos temblaban, pero quién podría culparle, había muerto su mejor amigo de la infancia, de la manera más maquiavélica. Sus azulados ojos reflejaban la tristeza y el miedo que sentía, me miró, y tan solo estreche mi mano en silencio, sin darle acatamiento a lo que Ymir decía, yo estaba sorda, solo sentía las emociones.

-Necesito que ahorres tus vagas palabras.-le pedía a Ymir, quien solo infería en cómo Armin había sido el único sobreviviente, en pocas palabras, se dirigía a él como una persona cobarde y que había sido mero espectador.

-¿Vagas?-pregunto Ymir, mirándome de una manera extrañada que me creo incomodidad.-¿Donde estuviste tú, y porque también has vuelto sola?-preguntaba, desconfiaba de mis acciones, siempre lo había hecho.-¿También fuiste una espectadora?-pregunto, pero ante su comentario, mi acción fue más allá.

-¡Amaya!-Connie se dirigió a mi, con intención de reprenderme, pues el filo de mi hoja estaba colocado en el cuello de Ymir.

-No hablemos de juzgar las acciones de otros.-le pedí a ella, quien me miraba de manera burlona, como si no le afectara mi acción.-¿Tú que has hecho hoy por sobrevivir? ¿Salvar a Krista?-pregunte, creándole incomodidad.-La proteges demás. A menos que desees proteger algo ajeno a lo que nosotros sabemos, ¿no?-su mano traspaso mi espada con delicadeza, pero la empujó con brusquedad, acercándose a mi con intimidación, pero ambas quedamos mirándonos de manera fija.

-Parece que no soy la única que guarda secretos.-indicó en un tono bajo, con intención de que solo yo la escuchara.

-Me preguntó cuál es el más oscuro.-comentaba, mirándole con una sonrisa de lado, y de burla, creándole molestia, porque ella bufó.

-Ya basta.-Krista logró acomodarse entre medio de ambas, estrechando sus manos para colocarla en nuestros pechos, empujándonos con distancia.-Somos del mismo escuadrón, y hemos crecido juntos. Es entendible que nos sintamos abrumados, pero no somos el enemigo, los titanes lo son.-decía ella, con aquella neutral voz.

𝐏𝐀𝐈𝐍── 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora