Capítulo 2: Ese mensaje

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Pasó una semana de la dichosa charla. En el fondo, sabía que para Eli había sido algo trivial. Las fiestas se acercaban poco a poco y había como todos los años cero planes para las vacaciones. Su mejor amiga Nicole, estaba de viaje en Chile con su familia, de modo que había perdido a su confesara por lo menos hasta marzo. Ansiaba poder hablar con Evelin, la veía conectada en facebook y Hotmail prácticamente todo el tiempo, ya que cada vez que él se conectaba desde el cyber o desde su precario celular (las pocas veces que este le permitía entrar a las redes a través de internet) siempre sin excepción veía el círculo verde al lado de su nombre. "Evelin Guzmán en línea" marcaba siempre la pantalla.
Sin embargo, dos o tres veces durante el año había intentado a hablarle, recibiendo respuestas escuetas o directamente sin que su mensaje sea leído. Charlas que sólo quedaban en "-Hola, cómo estás? -Bien y vos? -Bien. No quería pensar que él la aburría. Prefería creer que en esos momentos ella estaba ocupada o, al igual que él, no sabía sobre qué hablarle...

-Te gusta esa villera? Qué asco.
A Nicole no le cae bien su enamorada, y no pierde oportunidad de hacerle saber que no le conviene para nada ilusionarse con ella.

-Es una bruta, apenas sabe hablar y se ríe de boludeces...Nunca te daría bola una piba así, siendo tan tímido como sos, y además, si te diera bola, qué podés esperar de una relación con ella??

Él recordaba con una sonrisa estas frases dichas durante el año. La sinceridad de Nicole podía rozar la crueldad pero era una chica auténtica y decía las cosas de frente sin mala intención, por eso él la valoraba como amiga y confidente. Sabía que ella quería sólo lo mejor para él. A su modo, lo cuidaba.

"Pero puede que Nicole se equivoque acerca de Evelin...puede que esté equivocada... aunque sea esta vez..." Pensaba César esperanzado. A pesar que sabía que la posibilidad de que esto pase era muy escasa.

Los días pasaron, no volvió a hablar con Eli. Malgastaba su tiempo en el cyber. Un buen día, cansado hacer el payaso en GTA tratando de conseguir las 5 estrellas, abrió facebook, a ver si, para variar tenía más de 2 notificaciones. Después de dos años de creada su cuenta, contaba con alrededor de 250 amigos, entre contactos de la escuela y familiares. Rara vez recibía algún me gusta o comentario (en general de una tía, primos o ex-compañeros de años anteriores)

En eso estaba cuando de golpe:

-Hola bonito.

Su corazón casi se salió del pecho. Sí, era un mensaje de Evelin, nada menos. Le estaba hablando a él y le estaba diciendo algo lindo. Sus ojos no daban crédito a lo que veía.

"Qué hago?? Le respondo? Qué le digo?? Se habrá equivocado de chat??" Pensaba, agitado tratando de calmarse. Con mucho esfuerzo retomó control de sí mismo. Eran las 7:30 de la tarde y en el cyber, como de costumbre, hacía un calor infernal. De por sí, él ya estaba transpirando.

Con apuro, y sin dejar de estar nervioso, resolvió que lo mejor era responderle con la mayor naturalidad posible. Disimular su sorpresa y tratarla como si ella fuera otra más de sus muchss-inexistentes- conquistas

-Hola bebé.
Respondió de manera sobradora y confianzudamente, sabía que su timidez y torpeza eran un repelente para las chicas. Quería taparlas lo mejor posible

-¿Cómo estás? ¿Qué hacés? Escribió ella respondiendo sin tardanza. Sin dudas, no se había equivocado de chat. Le había dicho bonito a él
-Nada, acá en el cyber, y vos???
-Ah qué bien. Te quiero pedir algo. Querés salir conmigo el finde??

Fue clara y sin rodeos. A él esto le parecía simplemente imposible. "No puede ser. Debo estar soñando"

-En serio??? Preguntó todavía sin poder creerlo
-Sí, pero hay un tema, me voy a quedar sin crédito mañana, no tengo quién me cargue...
-No tenés plata?
-No, mis viejos están de viaje. Si no te jode entre hoy y mañana me podrías cargar 50$?

El vaciló un momento. 50 pesos argentinos en el 2011 era bastante dinero. Sin embargo, no le serían difíciles de conseguir. Su abuela le seguía dando plata "a escondidas" como cuando era pequeño. Y sabía que, como le había ido "bien" este año en la escuela, su madre no tendría problema en darle esa cantidad sin preguntar para qué.

-Sí, no hay problema, te podría cargar mañana...pero no tengo tu número.
-Buenisimo gracias, sos muy lindo ♥️ 154167809
-Genial. Dale, ya te agrego. Mañana te cargo.
-Dale, y el sábado salimos al centro, te parece?
-Sí sí, dale.

Con el corazón aún saliéndose del pecho extasiado de felicidad, y una sonrisa imposible de disimular, César le pagó muy amablemente al dependiente del cybercafe, y comenzó a caminar con cierta dificultad hacia su casa.
La emoción era difícil de disimular. En menos de 3 días...su primera cita!

Eso fue el jueves. El viernes a primera hora de la mañana él realizó la carga virtual al número de ella. 50 pesos argentinos (más dos de recargo del kiosco). Sin embargo, ya que por el momento se había quedado sin dinero, recién podría conectarse a facebook a la noche. Y comprobar con ella si la carga le había llegado. El PostNet había expedido el ticket comprobante, y por las dudas lo tenía aún en el bolsillo.

A las 22:00 después de esperar un día que se le hizo eterno, se sentó en la máquina del cyber. A toda prisa abrió el navegador y entró en facebook. Un sólo mensaje. De Evelin:

-Malo 🙁

La quiero, Miss.Where stories live. Discover now