﹆ bat kisses; jin ∙ su.

capítulo 13. ☃︎ ❄︎

— Mierda, tu cara me recueddda a la nariz de Rodolfo, el reno —farfulló él, sonriente —. Bueno, ¿qué pasaba con mi pantalón?

YoonGi, aterrado, salió del baño a toda prisa hacia su habitación. Se entretuvo en ponerle el pestillo a la puerta, apoyándose después en ella. Pero, ¿qué había hecho? ¿En qué momento la situación había dado un giro? No lo recordaba.
Se sentía molesto por no haberse apartado a tiempo, antes de que SeokJin le diese aquel fastidioso pero lindo beso.
¿Lindo? No, no, ¡para nada! Lindo no, más bien debía haber sido asqueroso.

YoonGi se tanteó los labios con la lengua y suspiró avergonzado. Todavía creía sentir el calor que le había subido a las mejillas.

Deseando dormirse para dejar de recordar los últimos acontecimientos, se puso el pijama y se tumbó en la cama, tapándose con las mantas hasta la nariz. Apagó la luz con la esperanza de que el sueño lo invadiese pronto.

Veinte minutos después, alguien llamó insistentemente a su puerta, golpeándola con el puño cerrado.

— ¡Eh, Min! ¡Soy SeeeeoooookJiiiiin!

Cerró los ojos con fuerza. Fingió que no le oía.

— ¡Abre, por favor! ¡te lo ruego! Creo que está ocurriendo algo raro...

Se levantó de la cama y un pequeño escalofrío recorrió su espalda de golpe.
Quitó el seguro de la puerta, la abrió descubriendo al inglés aturdido, con el pijama puesto del revés y el cabello despeinado y todavía húmedo.

Sonrió felizmente cuando sus ojos se encontraron. Y, sin pedir permiso alguno, entró en la habitación con paso descarado.

YoonGi se interpuso en su camino.

— ¡Lárgate de aquí! De verdad, Jin, es hora de dormir; he tenido suficiente por hoy, créeme.

Él lo miró apenado.

— Es que, Gi, mi habitación da mushas vueltas, y mash vueltas. Me he tumbado en la cama y no dejafa de girar tooodo el rato — intentó explicar, balbuceando. Ahora, más que divertido, parecía algo contrariado.

— Es normal que dé vueltas. Estás borracho y tu imaginación te juega malas pasadas.

— No me gushta ese cuarto, prefiero dormir aquí —añadió.

YoonGi abrió los ojos de forma exagerada. Se sentó en la cama y estiró las piernas, como si así fuera a proteger su espacio vital. Jin sonrió, antes de perder el equilibrio y dejarse caer sobre el otro.
El rostro de SeokJin quedó sobre su estómago.

— ¡Oye, apártate de mí, imbécil! —chilló, intentando hacerse a un lado.

Ladeó la cabeza, estudiando el rostro de Kim. Tenía los ojos cerrados. Completamente cerrados. Se había quedado dormido sin poder tenerse ni un solo minuto más en pie.

El pálido suspiró pesadamente. Alguien debería regalarle algo por su paciencia, su consideración, su tolerancia; su bondad en general.

Empujó al inglés contra la pared, pues parecía un peso muerto de varias toneladas. Él sonrió en sueños apoderándose de la almohada; YoonGi resopló, pensando que ni dormido dejaría de ser egoísta. Dejó caer una manta sobre él antes de apagar la luz y acomodarse en el otro extremo de la cama.

Escuchaba la respiración de SeokJin, la sentía en su cuello. Mantuvo los ojos muy abiertos, advirtiendo anticipadamente que aquella extraña noche apenas podría descansar.