10-¿No, que no?

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ETHAN PALMER

-Un gusto Lia Anderson.- Fue lo primero que dijo la chica que tenía enfrente, era la nueva del grupo y era preciosa desde que la vi entrar me hipnotizo.

Su melena rubia caía en unas ondas preciosas, sus ojos grises te incitaban a pecar y tenía curvas en donde debía, sus pechos eran del tamaño perfecto y desde que la vi entrar con tanta elegancia y ese vestido hermoso, supe que no era una persona santa. Al igual que todos los que estamos sentados aquí, tenemos el don de la manipulación y otros fuimos creados con una cara de ángel y una vida que haría temer asta al mismísimo diablo.

-¿Porque estas aquí Lia? - Le preguntó la psicóloga del grupo, tratando de transmitirle calma, realmente no me caía bien y muchas veces he pensado como se miraría mis manos al rededor de su cuello y su cara perdiendo color mientras sus manos lastiman las mías tratando de safarse y por fin perdiendo el aliento.

-... tuve ese problema y la depresión me atacó después de la ansiedad, hace unos días me confirmaron que tengo distimia y estoy aquí porque solo si estoy en terapia puedo retomar bien mis actividades universitarias, mi padre me permite estar sola, siempre y cuando este aquí.- Ya no escuche bien que es lo que tiene, todo por estar fantaseando en matar a esa estupida psicóloga.

-Ethan porque no le cuentas a Lia como manejaste la distimia.- la mirada de la rubia conecta con la mía y me regala una sonrisa que hace que la sangre corra a mi polla. Desvío la mirada hacia la estupida psicologa y trató de ignorar la pequeña ereccion que se empieza a formar por fantasear con la rubia.

-Mi nombre es Ethan Palmer y estuve con pequeños síntomas que me llevaron a intentar suicidarme,- Sonrió ante lo estúpido que me siento al decirlo.- Me incluyeron a varias terapias y mi psiquiatra identifico que sufría distimia para esto ya lleva un año con síntomas y me estaba consumiendo sin saberlo. Sufro problemas de ira y todo esto me llevó a descubrir que la depresión era gracias a que tengo un trastorno bipolar.- La miró nuevamente y está pendiente de todo lo que yo digo.- Todos aquí estamos jodidos, ¡BIENVENIDA!- El sarcasmo en mi voz lo identifica y suelta una pequeña risita.

✨✨✨

-Meses soñe con tenerte así.- Acarició su hermoso culo desnudo y le suelto una palmada que hace que se ponga rojo, sonrió y lo acarició nuevamente. Escucho sus gemidos al rozar mi polla en su entrada.

-¡Carajo Ethan!- Escuchar como me pide que la penetre me prende más y hace que la haga sufrir un poco más, juego con su clítoris con mis dedos y eso la hace soltar uno que otro gemido, para más el culo y me pide que la penetre de una vez.

Sin pensarlo más me hundo en ella y dejó que se adapte a mi tamaño.

✨✨✨

-Te amo.- Acarició su rostro al escuchar que lo dice, Lia a sido mi perdición, mi forma de ver la vida cambió cuando ella me hizo ver que no todos los villanos son infelices, el tenerla conmigo me transmite una paz increíble, cosa que nunca existió en mi vida.

-No deberías de amarme Italiana.-Susurro recargando mi barbilla en su hombro y abrazándola por atrás.

-¿Porque no me lo permites? - Suelto una risita porque desde hace meses le permito amarme, no quiero alejarla.

-Algún día me vas a odiar tanto y desearas nunca haberme conocido, te alejaras de mi y estoy seguro que nunca me lo perdonare y tu no tendrás motivos para hacerlo.- Guarda silencio, ya no me dice más y el que no me contradiga me hace darme cuenta que eso puede suceder.

Puntos suspensivos Where stories live. Discover now