Lazos

20.3K 2.9K 2.9K
                                    

Harry y Draco han estado juntos durante casi tres años, sin contar el acercamiento vacilante en la adolescencia y las doce citas, antes de que a Harry se le ocurriese soltar un "¿tú dirías que es como si estuviésemos saliendo?" que sonaba menos tímido y torpe en su cabeza de lo que lo hizo en voz alta.


Dos meses atrás, Draco se dio cuenta de que uno de sus cajones estaba lleno de ropa de Harry. Tenía algunas prendas ajenas en el vestidor, un segundo cepillo en el baño, y hace tiempo que su champú cambió por uno cuyo olor le gustaba más a Harry.

Luego encontró también la escoba que Harry usaba para entrenar. Y los guantes. Y el resto del uniforme.

Harry le enseñó una sonrisa cuando preguntó al respecto.

—No tienes ningún problema con que entrene aquí antes de los juegos, ¿verdad?

Él le contestó que no le importaba. Incluso jugaban juntos con cierta frecuencia. Harry estaba muy feliz.

Una semana atrás, Draco estuvo pensativo un momento, y de pronto le cuestionó si había regresado a su casa esa semana. Harry sacudió la cabeza. Llevaba unos ocho días durmiendo en el apartamento de Draco.

—Queda más cerca del campo —decía Harry, encogiéndose de hombros.

Regresó a su casa esa misma noche, pero estuvo de vuelta al día siguiente, preparando el desayuno y distrayendo a Draco, antes de que tuviese oportunidad de pensar en la cantidad de tiempo que Harry pasaba allí.

Todo era parte de un sutil plan.

Plan que, además, no fue ideado por Harry.

Ese fin de semana, Harry llevó dos frappuccinos a una mesa en una cafetería, se sentó frente a Pansy, y discutieron los avances del "plan".

—Podrías organizar una cena con algunos chicos del equipo —comentaba Pansy, jugueteando con el pitillo de su café helado—. De repente, Draco pensará que comparten apartamento y…ya sabes.

—Sería un poco intrusivo.

—Le preguntarías antes, claro. Usa lo de "está más cerca del campo". Draco te adora, te dirá que sí. Antes de su aniversario, estarán viviendo juntos oficialmente —Pansy sonrió ante esa declaración y le ofreció su café a medio tomar para que hiciesen un "brindis".

—¿Lo crees?

—Por supuesto.

—Draco no ha dicho nada de eso…

Pansy soltó una risita y negó.

—Ningún alfa lo hace, así son. Tú confía en mí —Le guiñó—, comencé dejando un par de zapatos y algo de maquillaje en el apartamento de Mione…de pronto, estábamos cenando con mis padres allá, y ups, ya no me fui. Hace unos días estábamos hablando de qué color poner en la sala.

Harry apoyó el codo en el borde de la mesa y lo consideró seriamente.

—Draco me mostró una gama de colores para el cuarto y me preguntó cuál se vería mejor…

Pansy le dio una patadita por debajo de la mesa, sin fuerza alguna.

—Ya tienes casi todo el trabajo hecho, cariño. Draco está loco por ti, yo sé de eso, lo conozco desde hace mucho…

Él titubeó y se dedicó a formar burbujas en la superficie de su bebida, hasta que Pansy lo regañó con un sonidito de desagrado. Harry rodó los ojos, pero ya se había acostumbrado. La omega llevaba casi cinco años con Hermione, así que su relación era bastante estrecha a esas alturas.

LazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora