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~ 19 ~

Seungmin y Jeongin eran ajenos a todo lo que estaba sucediendo. El día entero se la pasaban en aquel ático dando vueltas en sus triciclos aunque no podían avanzar muy rápido ya que el espacio reducido no se los permitía, ademas de que cuando trataban de dar las vueltas casi siempre terminaban chocando.

-Hey Seungmin me lastimaste- Jeongin se quejaba mientras sobaba alguna parte de su cuerpecito afectado por el "gran" choque.

-Es que tú no me dejaste pasar- Seungmin se cruzaba de brazos ofendido por la actitud de su hermano.

Cuando el mayor veía que Innie comenzaba a hacer pucheros, el enojo se le iba y salía de su triciclo a toda velocidad para llegar a su hermano y abrazarle fuertemente.
Odiaba enojarse con él.

Escenas así se repetían a menudo. Todo el día se la pasaban jugando, juntos, ellos dos en su propio mundo que a veces se veía invadido por Chris y Felix, pero no importaba porque de igual manera, ambos les querían muchísimo.

Aveces, los mayores agradecían que los gemelos fueran aún pequeños pues así, su mente se podía distraer fácilmente y no sufrían tanto como ellos. Era mejor así.

Por el problema ocurrido a casi 6 días, Felix había cedido nuevamente a sus inseguridades.

Changbin cínicamente, había subido a la mañana siguiente como normalmente lo hacía, pero ésta vez traía consigo un espejo, no era muy grande ni muy pequeño, fácilmente podía observarse un rostro dentro del área delimitada.
Era un espejo lindo pues los bordes eran lilas y en la parte trasera, tenía unos soportes de metal que ayudaban a mantenerlo parado.

Sí, era bonito, pero para Felix era una tortura.

Todos los días al despertar, podía ver su feo rostro plasmado ahí. Su horrible cabello corto llegando casi al ras del cráneo, labios resecos, pálido, huesudo, ojeroso pero con ojos hinchados por llorar en las noches cuando no soportaba más.

Los primero dos días había logrado convencerse a si mismo que debía seguir, no debía mostrarse débil ante los gemelos y Chris, pero sinceramente, ya no podía. Los últimos cuatro días, Felix se había visto más afectado por todo y eso trajo consigo que su ánimo decayera.  Ya no se cambiaba ante la espera de Changbin, se la pasaba acostado todo el día, había dejado sus prácticas en el olvido pero lo que más dolía era que su aura risueña se estaba esfumando del ambiente.

Pasada la semana con el ánimo de Felix por los suelos, Changbin había llegado a su límite. Claramente él les había dicho que una de las reglas primordiales era el estar presentables para así poder dejarles la comida ¿por qué estaba siendo tan comprensivo con ellos?
Simplemente ya no podía dejar que ellos se estuvieran burlando así de él.

-Vamos Felix levántate o dejaré a tus hermanos sin comida por tu culpa.- su voz salió autoritaria, sin embargo, el menor no se movió, seguía acostado en la cama en posición fetal mientras observaba a la nada.- Felix- sonó exasperado- ¡Dije que te levantáras!- comenzó a caminar hacia la cama, dispuesto a arrebatar las sábanas y sacar al niño de ahí si fuera necesario, pero antes de siquiera poder acercarse, Chris se interpuso en su camino.

-Usted lo metió en esto, así que porfavor salga. Felix tiene apenas 15 años ¿no se da cuenta que está en una etapa difícil? sumándole todo esto y lo que USTED- acentuó esta palabra- le hizo.  Estoy siendo amable porque no quiero problemas, pero sobretodo porque merece respeto así como nosotros también lo merecemos, así que por favor, salga de éste cuarto.

Changbin parecía estar ardiendo por dentro, sus ojos notaban lo furioso que estaba.

-¿Cómo te atreves a decirme que hacer? ¡Si no fuera por mí, ustedes estarían viviendo en la miseria! ¡Ese doctorcito no les dejó nada estable y por eso vinieron a pedirme de rodillas y lamiendo mis pies el que les deje quedarse un tiempo aquí! Pero no son nada productivos ¡de no ser por Minho ya me hubiera desecho de ustedes!