°•Internado•° ×Rubegetta×

•CAPITULO 21•

°•TAREAS•°

Acaba la clase de inglés y llega el recreo, Samuel sale siguiendo a Borja bajando las escaleras hablando.

-Estoy seguro de que el profesor de historia nos mataría a todos si pudiera- dijo David.

-No digas tonterías, solo hace su trabajo- añadió Borja.

-Pues yo creo que es algo estricto pero eso no significa que nos quiera matar David- añadió Samuel.

Al llegar al patio llegó Guillermo, el cual se había separado anteriormente para ir al baño.

-Hola chicos- saludó Guille- ¿Sabéis que?

-¿Que ocurre?- preguntó Borja.

-Hay una estudiante nueva en el número 8.

-¿Una?- preguntó David- ¿Este internado no era solo para chicos?

-Eso pensé yo- respondió Guille- pero bajando las escaleras la he visto, iba hablando con el tutorizado de Borja y dos chicos más.

-Es extraño- dijo Samuel- Tal vez sea la hija de algún profesor o algo así.

-Tal vez- añadió Guille.

Se quedaron hablando hasta que Samuel vió a Rubén salir del edificio, tenía un gran colpe en la cara.

-Un momento chicos- dijo Samuel comenzando a caminar hacia el menor.

-¿Samuel?- preguntó Rubén al verle.

-¿Se puede saber que te ha pasado?- preguntó el mayor, se le notaba preocupado.

-No ha sido nada, unos chicos estaban molestando a la nueva y me puse por medio- respondió Rubén tratando de quitarle importancia al tema.

-Debes tener más cuidado tontito- dijo Samuel cuando vio que el chico estaba bien.

-¿Como que tontito?- cuestionó con enojo fingido haciendo reír al mayor.

-Bueno, me alegro de que estés bien, ya nos veremos tontito- dijo despidiéndose de su tutorizado y caminando hacia sus amigos de vuelta.

Cuando el de ojos morados llegó con sus amigos le preguntaron por Rubén puesto que también habían visto la herida en su cara.

Samuel les explicó lo que le había sucedido el menor y siguieron charlando de temas banales.

(...)

Las clases habían terminado por fin por lo que Samuel y sus amigos conversaban animadamente en su habitación compartida.

-En tan solo cuatro días os tendréis que ir de esta habitación- dijo David repitiendo las palabras que su tutor les había dicho.

Y así era, en tan solo cuatro días llegaría la fecha en la que Borja y Samuel tendrían que ayudar a sus tutorizados con sus exámenes y además estudiar para los suyos.

Samuel no sabía cómo se aclararía para poder estudiar para sus exámenes y ayudar a Rubén con los suyos, al menos le tranquilizaba el hecho de que le darían un punto extra en la nota final de todas las asignaturas por haber conseguido sacar tiempo de donde no lo había.

-No me lo recuerdes- suspiró Samuel- no se de donde sacaré el tiempo suficiente para hacerlo todo.

-No digas eso Samuel- añadió Borja- tu tutorizado también pondrá de su parte y te aseguro que al final acabas acostumbrado a tener que ayudarle.

-Eso espero- suspiró Samuel de nuevo.

Rubén no le parecía un mal chico, de hecho se habían caído bastante bien, pero a deferencia del resto a Samuel le costaba infinidad no perderse en la mirada del menor.

Solo con observarle durante varios segundos sentía como si su mundo se pausara, aún que el tiempo corría de todas formas.

Teniendo eso en cuenta tendría que estudiar para sus exámenes, ir a sus clases, ayudar a Rubén a estudiar y a pasar sus exámenes y tratar de no perderse en su mirada.

Mirándolo así le parecía imposible tener el tiempo suficiente pero tendría que aguantarse y no replicar nada porque eso es lo que le habían inculcado desde pequeño.

Cuando salió de su pequeña ensoñación vio el reloj, el cual marcaba las 19:23. Lo que quería decir que dentro de un par de horas tendrían que bajar a cenar.

-Voy a hacer los deberes- dijo Samuel levantándose de su cama y tomando algunos libros de su mochila.

-Vamos todos, al fin y al cabo todos tenemos que hacerlos- añadió Guillermo repitiendo sus acciones.

Los cuatro chicos caminaron hacia la biblioteca en la que tomaron asiento y sacaron sus libros.

Era un lugar muy amplio teniendo en cuenta que ahí era donde estudiaban los 300 alumnos que formaban la institución. Tenía muchas mesas pero a diferencia de el resto de lugares no estaba separado por números, sino que los estudiantes se podían sentar donde quisieran. Ahora sí, estaba terminantemente prohibido hablar y al parecer los estudiantes cumplían esa regla a rajatabla.

El lugar estaba casi completamente lleno pero no sé podía escuchar ni una conversación.

Tal vez fuera por los profesores que se encontraban haciendo guardia y llamando la atención de quien fuera que causara más alboroto del permitido.

Las paredes del lugar estaban repletas de libros y habían amplios ventanales que mostraban la parte trasera de la edificación y el maravilloso paisaje del que estaba rodeado el edificio.

Algunos árboles comenzaban a tornarse de color amarillo y naranja debido al mes en el que se encontraban mientras que otros mantenían el verde en sus hojas.

Aún no había caído casi ninguna puesto que recientemente había comenzado el otoño, pero se podía ver perfectamente la diferencia de colores entre los árboles de hoja caduca y los de hoja perenne.

Los cuatro amigos se sentaron en una de las mesas libres y sacaron sus libros.

Samuel tenía que terminar un par de actividades de inglés, estudiar historia y hacer varios ejercicios de matemáticas y física.

Les habían puesto muchas tareas para ser su primer día de clases formales.

Decidió por empezar con las tareas de inglés puesto que era la asignatura que mejor se le daba de todas las que tenía por hacer.

Pasados un par de minutos terminó por lo que siguió con matemáticas y al acabar hizo las de física.

Vió que Guillermo ya estaba estudiando historia mientras que David hacia los ejercicios de matemáticas y Borja los de física.

Samuel guardo sus libros en su mochila para después sacar el pesado libro de historia y ponerlo sobre la mesa.

Abrió el libro por las páginas que tenía que estudiarse y comenzó con la labor.