ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ᴏꜰ ɴᴀʀɴɪᴀ | ᵉⁿ ᵖʳᵒᶜᵉˢᵒ

CASPIAN X |!|

Personaje: Caspian X

Advertencia: Si, primer intento de fondue.

Durante el primer año del reinado de Caspian, la amistad con el reino de Archeland había sido restaurada. Caspian sonreía al recordar el encuentro inusual que tuvo en aquel entonces con su ahora esposa.

Aquel día ella había caído de un árbol, él la sostuvo causando un leve sonrojo en su rostro.

Amarla era un privilegio para Caspian, pero conquistarla fue más que un tema de estrategia de guerra, porque nada parecía impresionarla.

Fue entonces que en una de sus tantas visitas al reino de Archeland, ella lo sorprendió con un beso. Aquel acto lo había motivado a continuar con la lucha de conquistar a aquella hermosa princesa.

Desde entonces llevaban juntos durante un año, se casaron y demostraron su amor cada día. Un año de felicidad, amor y tranquilidad para toda Narnia.

Caspian amaba a su esposa, la admiraba y adoraba.

Durante las noches él esperaba a que se durmiera para así contemplarla y memorizar cada facción de su rostro. Por si en algún momento se avecinaba una guerra y él tendría que marcharse.

Durante el día hacia todo lo posible por verla, en una ocasión la vio recorrer el jardín junto a dos niños. Ella reía y jugaba con ellos. Aquello lo hacía sonreir e imaginar que con quienes jugaba y reía era con sus hijos, mientras uno de ellos le decía mamá, y el otro intentaba imitar a su hermano con pequeños balbuceos.

Caspian se encontraba en una reunión y lo que menos hacía era atender. Su mente divagaba en las imagines de su esposa y sus no muy lejanos hijos. Se sentía frustrado e impaciente, tan solo deseaba abrazarla y admirarla una noche más.

La reunión terminó y Caspian salió de inmediato causando sorpresa y risas por parte de los del consejo. Algunos lo detenían para preguntar acerca de la reunión o de alguno de los temas de cuál habían hablado. Pero Caspian no podía decirles que se encontraba distraído imaginado a su esposa con sus hijos. Se escuso y se alejaba de ellos. Recorriendo los pasillos a pasos apresurados. Al ingresar a su habitación no la encontró. Se acomodo sobre su cama y la espero.

Minutos después ella apareció con una sonrisa en su rostro.

-Caspian -sonrió acostandose a su lado. Se acercó a él y lo beso.

-Te creí dormida -dijo atrayendola hacía él.

-No estabas y supuse que estarías entretenido con los del consejo -respondió cerca de sus labios.

Caspian la beso acercandola hacia el, se posó sobre ella. Descubrió el hombro de su esposa y bajó su labios a su cuello y su clavícula. Dejando pequeñas mordidas en el camino.

El camisón se subió hasta la parte de arriba, haciendo que ella soltara una carcajada al respecto.

-Caspian espera un momento -sonrió.

Caspian asintió mientras observaba a su esposa bajo la luz de las velas, y sin nada de por medio.

-Tan hermosa, tan perfecta -sonrió para luego dejar un camino de besos y mordidas en el cuerpo de su esposa.

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Entre gemidos, mordidas y caricias. Terminando la noche enredados en medio de las sábanas, con sus cuerpos siendo iluminados por las velas que estaban a punto de consumirse y dejarlos en medio de la oscuridad. Ambos se encontraban completamente desnudos, agitados y amándose cómo sólo ellos sabían hacerlo.

Caspian tenía la frente pegada sobre la de ella, no podía dejar de sonreír, era inevitable hacerlo si se trataba de ella. Él se encontraba sobre ella disfrutando de aquel momento, de su demostración de amor que lograba unirlos aún más.

Había elegido bien, su corazón la había elegido a ella. Su corazón le pertenecia y le perteneceria solo a ella. La amaba con todo su ser.

-Te amo -susurro cerca de sus labios.

-Te amo -respondió ella para luego besarlo.

Si la felicidad era ella, si la felicidad significaba darlo todo por la persona que amas, entonces si, Caspian era completamente feliz.