REY DEMONIO- HARRY STYLES

HASTA NUNCA

HARRY*

Todo mi cuerpo arde como el mismo infierno, siento mis piernas pesadas así como cada musculo de mi cuerpo quemar

-Padre- digo en un susurro al ver su cuerpo frente a mi

Todo es negro a mi al rededor, la unica luz que puedo ver está demasiado lejos de mi

-Harry, Harry, Harry- dice con decepción mientras mueve su rostro en negativa

No soporto más estar de pie y caigo sobre mis propias rodillas sintiendo el dolor punzante provenir desde mi espalda e invadir mis muslos con violencia

Respiro con dificultad y veo caer un par de gotas desde mi nariz

-¿Cuál es la necesidad de que esto suceda?- vuelve a hablar mientras mantiene su posición

No digo nada, trato de no morir, sé que estoy a nada de hacerlo

-Hijo, te he dado más oportunidades de las que pudiera considerar para que hagas las cosas bien, y siempre terminas haciendo lo mismo, te dejas llevar por unos estupidos sentimientos- dice con enfado

-¿Me estás reprochando lo que tú no pudiste hacer?- digo manteniendo mis rodillas contra el piso

-Yo no caí ante estúpidos trucos- dice con ofensa

La sangre que resbala desde mi rostro cada vez empieza a ser mayor, está cerca, el fin está cerca

-¿Por qué sigues luchando?- dice insistente

-Tengo dos hijos- digo sin más

-Yo también tuve dos hijos y eso no significó que sacrificara mi vida por idiota- habla con desden

.-¿Aún no lo entiendes?- digo levantando la mirada encontrándome con sus ojos amarillos espectantes

-¡Eres un demonio!- habla con enojo evidente

-Pero no soy como tú, jamás podré ser tan imbécil como tú- digo probando el sabor metálico de mi sangre

-Siempre fuiste mi favorito, por encima de Eliot, por encima de todos, y así me pagas- dice con decepción

-Nunca te pedí nada- digo molesto

-¡Era tu responsabilidad!- dice llevando sus manos por encima de su cabeza

-Esa fue la culpable de que tú te desviaste del camino, todo iba bien, ibas a ser el mejor Rey de todos, pero ella lo echó a perder- habla mirándome de mala gana

-Siempre supiste que yo no quería ese puesto- digo seguro de mis palabras

-Eres el indicado, mastate a mucha gente por placer, lideraste muchas guerras en contra de las diosas y ¡no pudiste matar a una mujer que simplemente te sonrío!- dice eufórico

-Me enamoré- digo con molestia de que haga a Isbel menos

-¡Eres un demonio! ¡No puedes enamorarte!- dice desesperado

-Lo hice- digo tratando de mantenerme sereno

-Eres un estupido, eso es lo que pasó- dice tratando de controlarse

-Tú también te enamoraste, esa es la razón por la que me mandaste matar a Isbel, ¿Lo olvidas?- digo con arrogancia

Veo como él me dedica una mirada de desaprobación

-Ese día, me mandaste a esa guerra porque sabías que ella estaría ahí, si hay culpa de que yo la conociera es tuya, tú me mandaste para que la matara, no querías que existiera nada que te recordara el amor que nunca pudiste tener- escupo con enojo