Cassie & Gray © ✔

Capítulo 4

"...y el Sr Porter tenía intenciones de tirarle con el marcador de la pizarra, podía verlo en sus ojos, digo, yo también pensaría lo mismo sólo que yo SÍ lo haría." Le sonrío sabiendo lo salvaje que es y el hecho de que pienso lo mismo. "Pero eso va en contra del reglamento y son demasiados problemas legales y todo eso," continúa con su relato sin pestañear, "así que se contuvo y tuvo que aguantar al pelmazo de su aprendiz durante el resto de la clase, así que sí, aprendí mucho en lenguaje, sobre todo el lenguaje corporal y como éste puede delatarte." Me guiña un ojo.

"¿Por qué lo tiene como aprendiz si va a arruinar sus clases?" Pregunto tomando de mi soda de naranja.

"Esta es la primera vez que estaba en una clase real así que el Sr Porter no sabía que se iba a comportar de ese modo, es decir, ¿quién interrumpe al dueño de la asignatura en cada comentario que hace y se da la libertad de hacer sus propios movimientos sin haberlo consultado antes?" Suelta indignada, "ese chico no volverá a pisar una clase de lenguaje en esta escuela." Muerde su hamburguesa.

Es el segundo día de clases y en lo que va de la mañana sólo compartí una clase con Val, álgebra, por lo que tenemos mucho de qué hablar ya que anoche me quedé dormida luego de terminar mi tarea. Estaba realmente cansada después de que Camille se fuera, hablamos de muchas cosas y pautamos diferentes fechas para los preparativos previos a la boda. Demasiado para sólo un día de celebración.

"Mhm, ¿Cassie?" Levanto la mirada hacia Val. "¿Quieres decirme por qué el chico nuevo está mirando hacia aquí?" Cuestiona mirando detrás de mí, frunzo el entrecejo y me doy vuelta hacia lo que capta su atención. Si, efectivamente el señor 'golpeo cachorros para comenzar bien mi día' está mirando hacia nuestra mesa. Corrijo, me está mirando a mí. Está sentado solo en una mesa del fondo no muy lejos de nosotros y puedo sentir como si me estuviera tirando rayos gama por los ojos. Rápidamente me vuelvo hacia Val.

"Es que...tuvimos un encuentro ayer." Trato de explicarle.

"¿Tuvieron un encuentro?" Me mira con picardía mientras levanta una ceja.

"¡Detén tu mente pervertida Val!, no ese tipo de encuentros." Le arrojo una de mis papas fritas y sin dudar la toma y la come.

"¿Entonces?" Demanda.

"Confrontó a Simon a la salida de la escuela," respondo mordiendo mi hamburguesa vegetariana y veo como los ojos de Val se abren.

"¿Lo golpeó?" Levanta la voz y le hago señas para que se calle.

"Estuvo a punto," suspiro haciendo una mueca. "Llegué justo a tiempo y me interpuse entre ellos."

"¿Estás bromeando? ¡¿Qué si el tipo se volvía loco y te golpeaba a ti en su lugar?!" Muevo lo brazos como loca y le doy una mirada para que no hiciera una escena.

"No lo creo Val." Como otra papa. "No parece ser de los que golpean mujeres."

"¿Que no? Míralo," observa detrás de mi. "Tiene tatuado violencia en todo su ser, y unos cuantos símbolos combinados con otras cosas." Entrecierra sus ojos mientras lo escanea sin disimulo alguno. "Demonios, el chico es divino," muerde su labio.

"Val, ¡concéntrate!" Golpeo su mano. "¿Estás olvidando que el chico casi deja a Simon con un trauma de por vida?" Le recuerdo.

"Bien," vuelve hacia mi. "Pero que le hizo Simon a él de todas formas?" Pregunta una vez que termina su comida.

"Según él, sólo lo empujó por accidente cuando caminaba, ya sabes que Simon puede ser torpe a veces," me da una mirada, "bien, muchas veces." Levanta sus cejas, "¡Todo el tiempo! El chico es un creador de accidentes andante." Respondo resignada. "A lo que voy es que no fue nada raro o malo para que él haya tenido que reaccionar así."