Capítulo 16: Un favor

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Kageyama no podía creerlo. El médico seguía hablando, pero sus palabras pasaron a un segundo plano para sus oídos, como si se encontraran a una distancia bastante alejada.

Su cuerpo empezó a temblar. Nunca había sentido tanto miedo en su vida, ni siquiera en un partido de vóley importante. Era la primera vez que esa emoción se apoderaba completamente de su cuerpo.

Sus ojos azules se fueron poniendo vidriosos por culpa de las lágrimas que amenazaban en salir y nunca parar de caer.

En la mente de este recorría una pregunta...

- "¿Cómo llegamos a esto?"-.

- No sabemos cuando va a despertar - esa oración lo sacó de sus pensamientos, haciendo que sus oídos volvieran a escuchar claramente.

- Va a estar internado bajo nuestra vigilancia. Lo único que se puede hacer es ser paciente y esperar - se dirigió el médico a los profesores.

- "¿Ser paciente...?. ¿Cómo mierda voy a ser paciente en estas circunstancias?"- pensó fastidiado el azabache con algo de ironía.

- Pero hay una última cosa que quería hablar con ustedes...- agregó con un tono más serio el hombre.

- "¿¡Más!?, ¿¡Acaso hay más!?"-.

- ¿Qué cosa?- preguntó preocupado Ukai.

- Como les había contado anteriormente, el joven Hinata tenía unos raspones por la caída, pero lo que me intrigó, fue que había otras lastimaduras diferentes -.

- ¿Diferentes?, ¿Cómo que diferentes?- volvió a preguntar Ukai.

- Cortes -.

Al escuchar esto los profesores se sobresaltaron y Kageyama aún más que ellos.

- Obviamente no fueron causados por la dura calle, sino que esos parecían hechos con algún tipo de navaja, cuchillo o algún material fuerte y afilado que pueda cortar profundo -.

Takeda y Ukai tenían los ojos cada vez más abiertos por la sorpresa. No se lo esperaban para nada.

- La mayoría tienen algo de tiempo, pero hay algunos que son más recientes - continuó.

Ukai separó sus labios para hablar, aunque todavía le costaba, ya que seguía sorprendido.

- Debe ser un error...Hinata, a él le quedó una cicatriz después del accidente de autos que sufrió, puede que tuviera más y no nos contó. Tal vez lo está confundiendo con eso -.

- Señor, usted me está hablando de una, dos o tres cicatrices, pero los cortes que habían en el cuerpo del joven eran incontables. Hasta me daba mucha pena ver la cantidad y estaban por todo lados. Brazos, el pecho, espalda, abdomen...- suspiró - Todos los lugares en donde estaban se podrían cubrir con la ropa, seguramente por eso no se dieron cuenta, pero pensé que tal vez alguno de ustedes sabía algo al respecto - contó el médico.

- No, no sabíamos nada...- dijo en voz baja Ukai mientras llevaba su mano a su cabeza.

Se quedó pensando por unos segundos, hasta que se le ocurrió algo. Miró a la izquierda donde se encontraba el azabache, que estaba en silencio desde hace un rato.

Prácticamente con la mirada le preguntó si sabía acerca de esto. No recibió una palabra de este, ni siquiera una mirada, ya que tenía la vista perdida hacia al frente.

Pero pudo ver su expresión. Sus labios formaban una mueca de desagrado, mientras que se podía ver que de sus ojos estaban a punto de salir lágrimas y apretaba los puños muy fuertes, además de que su cuerpo temblaba.

Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | KᴀɢᴇʜɪɴᴀWhere stories live. Discover now