❝ 𝐴𝑣𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑠𝑖 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑛 𝑜𝑟𝑔𝑢𝑙𝑙𝑜𝑠𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 ❞
Diecisiete años han pasado desde la muerte de Jade y Régulus Black, la pequeña Lesath quedo a cuidado de Narcissa y Lucius Malfoy...
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𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐐𝐮𝐢𝐝𝐝𝐢𝐭𝐜𝐡 —————————————
Una chica de casi diecisiete años, cabello azabache y ojos grises, se encontraba preparando su baúl a ultima hora para los mundiales de Quidditch.
En cuanto escucho la puerta de su habitación abrirse se dio la vuelta para encontrarse con su tía Narcissa.
—Cariño, ¿Estas listas?—Pregunto.
—Si tía, disculpa, se me olvido empacar algunas cosas.
La mujer rio entre dientes.—Deberías ser mas organizada, Mia.
Narcissa apretó los labios a darse cuenta de lo que dijo inconscientemente, Lesath frunció el ceño confundida, no era la primera vez que su tía la llamaba así accidentalmente, hasta a su tío Lucius le ha pasado, y el era muy cuidadoso.
—Vamos abajo, los elfos se encargaran de llevar su baúl.
Lesath asintió y cogió su pequeña tiara de plata colocársela en su cabello.
Ambas mujeres bajaron a la sala donde las esperaban dos hombres rubios.
—Ya era hora—Rio el menor.
—Draco, guarda silencio, deja en paz a tu prima—Ordeno Lucius.
La chica Black se acerco a su primo menor y le desordeno el cabello juguetonamente.
—¿No le vas a decir nada, padre?—Draco fingió indignarse.
Lucius disimulo su sonrisa y desvió la mirada. Narcissa miraba nostálgicamente la escena.
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—De acuerdo, vallamos rápido a las gradas antes que llene de sangre sucias—Pidió el señor Malfoy.
La familia Malfoy y Lesath empezaron a subir las escaleras para dirigirse a la tribuna principal, la azabache a lo lejos vio a su mejor amigo, Liam Crouch, con su elfina domestica, se saludaron por la mano y una sonrisa. Y de parte del chico añadiendo un guiño de ojo.
—¡Ah, ahí esta Lucius!—Escucharon.
Fudge que encontraba con la familia Weasley, Harry Potter, Hermione Granger y Sirius Black.
Antes de finalizar el curso anterior, se descubrió que Peter Pettigrew estaba vivo y el fue el verdadero traidor de los Potter, así que fue entregado al ministerio, dejando a Sirius en total libertad. Algo que le molesto demasiado a Narcissa y Lucius Malfoy.
—¡Ah Fudge!—Saludo el señor Malfoy—¿Cómo estas?, me parece que no conocías a mi mujer, Narcissa, mi hijo Draco, y nuestra encantadora sobrina Lesath Black.
Sirius abrió los ojos como platos.
Sabia de ella solo por que James le comento que Jade lo había dejado cargarla, ahora se da cuenta que lo que decía su mejor amigo era cierto. Era idéntica a la pelirroja, pero con el cabello y ojos de Régulus—𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘻 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘢𝘯𝘴𝘦𝘯 𝘢𝘮𝘣𝘰𝘴—.
—¿Black?—Fudge miro a Sirius de reojo—Hija de Jade y Régulus Black, ¿no?
—Efectivamente—Contesto la chica con una sonrisa, orgullosa que nombren a sus padres, aunque no los conoció sabe que fueron unas excelentes personas.
El hombre asintió.-¿Como esta usted?, permítame presentarle al señor Oblansk...al señor, bueno, es el ministro búlgaro de magia, y como no, entiende ni jota de lo que digo, da lo mismo. Veamos quien mas...Supongo que conoces a Arthur Weasley.
Silencio.
—Puedo agarrar la tensión con mis manos y hacer una estatua—Le susurro Lesath a su primo, quien se aguanto la risa.
—Por dios Arthur—Hablo Lucius con tranquilidad—¿Qué has tenido que vender para comprar entradas en la tribuna principal?
Fudge que al parecer no escuchaba dijo: —Lucius acaba de aportar una generosa contribución para el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Magias, Arthur. Ha venido aquí como invitado mío.
En un momento Sirius y Narcissa chocaron miradas. Está ultima le dirigió una mueca de asco, para luego inclinarse sobre el hombro de su sobrina y susurrar: —¿Reconoces a ese hombre?, es Sirius Black.
