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—Tengo qué decirte algo importante hoy después de clase Itadori -le confesó el mayor sonriéndole amablemente mirándolo desde el pupitre. El menor se emocionó con tan solo escuchar eso. Asintió con felicidad aceptando rápidamente.

Las clases transcurrieron como normalmente sin interrupciones y muy aburridas como siempre. Itadori no pudo prestar mucha atención desde un principio de que empezaron las clases ya que no dejaba de pensar en la intriga que le causaba que su mayor le haya dicho en la mañana cuando se encontraron que tenía algo importante. Aunque trataba de no ilusionarse y pensar en lo menos posible que podía ocurrir.

Salió de su salón a pasó rápido hacia casillero cuando la clase terminó. Guardó algunas cosas que no necesitaría en ese momento. Su teléfono móvil vibró en su bolsillo trasero del pantalón. Como si se tratara de algo muy importante lo sacó de este con manos temblorosas y vio que Ryomen Sukuna le había enviado un mensaje. Lo abrió al instante.

"Te espero en los árboles frente a la fuente de el estacionamiento de la escuela para decirte lo importante que debes saber"

El menor saltó como imbecil de un lado a otro apretando su móvil contra su pecho con emoción. Se detuvo cuando vio miradas extrañas a él de las personas que pasaban cerca de allí. Guardó su teléfono móvil en el bolsillo de vuelta. Se colgó la mochila en los hombros mientras comenzó a caminar con lentitud hasta donde su hyung le había indicado. Al llegar allí lo vio a lo lejos sentado en una de las bancas de allí debajo de un inmenso árbol. Se acercó a paso lento mientras en su expresión rebosaba una sonrisa de oreja a oreja.

El mayor lo vio acercándose, se levantó al instante de allí para esperarlo parado, este lo saludó tiernamente reverenciando. Sukuna le pidió que se sentara junto a él y este lo hizo al instante. Comenzaron a conversar sobre cosas triviales, los nervios del menor se demostraban a rebosar ya que sentía como sus manos sudaban aunque las tuviera tomadas sin más.

—Senpai, ¿que es lo importante que debe contarme? -preguntó el menor con cierto nerviosismo en su voz. Necesitaba saber rápidamente lo que su el mayor querría decirle, porque sino pronto terminaría muriéndose de la intriga y ansias por saberlo.

El mayor río en voz baja mientras lo miraba fijamente. Se acercó mucho a él mientras colocó su mano en la mejilla del menor y la acarició con suavidad sonriéndole dulcemente. El menor se tensó de inmediato sin saber que debía de hacer en ese momento. ¿Sería correcto aceptar su primer beso con el mayor? De tan solo pensar eso se emocionaba demás.

—Me gustas Itadori Yuuji -confesó el mayor sonriéndole con suavidad.

El menor abrió los ojos de par en par por la sorpresa de escuchar a su mayor confesándolo. De hecho en ese instante se sentía flotando en las nubes, imaginó varias veces cómo sería que alguien se le confesara, y de tan solo estarlo viviendo la emoción corría por sus venas y sentía mariposas revolotear en su estómago.

Itadori sonrió con sinceridad y se dejó dar caricias por la mano del mayor en su mejilla. El mayor comenzó a acercarse a él lentamente notando como el menor se encontraba nervioso a más no poder. Él seguía con los ojos abiertos para notar la reacción del menor. Que cerró sus ojos con fuerza sin poder creer que daría su primer beso por fin, estaba soñando, le gustaba sentirse de esa forma. Cuando no sintió sus labios uniéndose con los del mayor, y sintió como este alejaba su mano de su mejilla abrió los ojos de golpe para después escuchar risas provenientes de los arbustos detrás de la banca donde ellos dos se encontraban.

Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, en realidad no estaba entendiendo para nada lo que estaba ocurriendo. Sukuna se levantó de un lado suyo y se acercó a sus cuatro amigos que se encontraban carcajeando al ver el video que habían tomado de esa escena que habían tenido los dos chicos hace unos instantes. El mayor también rió mientras veía como el menor en el video se veía tan ilusionado. Se lo merecía por haber tratado de quitarle a Gojo Satoru.

El menor escondió su rostro en sus manos mientras llevaba sus rodillas hasta su pecho para terminar por esconderse allí sentado en la banca. Ya había comenzado a llorar de tan solo pensar lo que le había ocurrido y lo que esos chicos malvados le habían jugado una broma de ese tipo. Mientras se encontraba allí escondido por la enorme vergüenza que sentía y la tristeza desbordante escuchó las risas y carcajadas de los demás. Mientras ellos repetían y repetían cada vez que el video terminaba para hacerlo sentir mucho peor.

—¿Acaso creíste que sería un homosexual como tu? -comenzó a insultarlo el mayor riendo mientras se acercaba a él y lo golpeaba no tan fuerte en la cabeza. El menor solo podía dedicarse a llorar, su corazón estaba completamente estrujado y lastimado, era un dolor insoportable. Sabía que era demasiado bueno para que algo así le ocurriera a él cuando siempre había sido una persona con mala suerte.

—Tu vida está arruinada Itadori Yuuji -habló uno de los otros vivos que se encontraban allí.

El menor no entendió a lo que se refería. Cuando escuchó los pasos de todos ellos alejarse alzó su mirada de donde se había escondido para que no lo vieran en ese estado.

Cuando por fin pudo tranquilizarse estando allí solo se levantó con todo el peso del mundo para caminar lejos de allí e irse lo más pronto posible de la escuela. Lo único que quería hacer en ese momento era irse de allí lo más rápido posible, llegar a su casa y hacerse bolita acostándose en su cama, llorar muchísimo y quedarse dormido después de seguir sufriendo sólo en su habitación sin nadie que pudiera reconfortarlo ni tan solo un poco. Porque no podía contarle a su familia el porqué de su actitud en ese momento, en realidad aún no se sentía nada preparado. Pero se sentía algo tranquilo al saber que lo peor ya había ocurrido, o eso era lo que él imaginaba.

Love with flaws; GoYuu.Where stories live. Discover now