Un chico se despierta sin recuerdos de como llego a ese lugar, y sin un objetivo claro, empieza su aventura por el extraño mundo, sin saber que dentro de el tiene una raza entera que poco a poco irá resurgiendo.
En el capítulo anterior: -----------------------------------------------------------------------------------------
Paso a la pestaña de energía psionica para verificar su cantidad ya que el porta-naves requería mucha energía, seguramente se deba a su colosal tamaño.
Sabe que no puede expandir más su base ya que empezaba a ser más grande con el correr de los días y serian fácilmente visibles desde el cielo.
Lo que él no sabía, es que pronto comprendería que algo grande se avecina y que esperaba consumir todo a su paso.
Comienzo del capítulo 15: -------------------------------------------------------------------------------------
El jerarca vio como los 2 portales estelares abrían sus aros a un tamaño gigantesco, lo que significaba que los dos porta-naves empezaron su construcción.
Aidan:Cuando estas naves terminen de crearse, iremos al nuevo planeta para empezar la colonización.
Simplemente se dio la vuelta y se dirigió a su cámara para volver a descansar, lanzar su energía de esa manera era la forma más rápida de cansarse, aunque si quería podía recuperarla al instante gracias a los pilones.
Con el extraño aparato que tenía para generar comida de la nada, dio la opción de aleatorio, el cual le genero una masa redonda característica.
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El jerarca degusto de la comida por 10 minutos y al terminar se dirigió a su cama, otro día paso.
Cuando el sol se asomó en la lejanía daba la señal del comienzo de la actividad para todos.
Por lo que se vistió con su ropa común y su katana, listo para marcharse al coliseo para entrenar, no tenía nada más que hacer que esperar una semana entera para que los porta-naves estén listos.
Y cuando lo estén empezaran a colonizar su nuevo hogar.
Se transposiciono al típico callejo y antes de salir de este género un cristal casi del mismo tamaño que una daga, pero recordó que también tenía que darle uno a Daniel por lo que hizo uno de más.
Los puso en un pequeño paquete que tenía al ser parte de su vestimenta.
Cuando llego, saludo a sus compañeros y a todos los de lugar, algunos le devolvieron el saludo, obviamente que otros no, especialmente los de clase alta, aunque eso se lo esperaba.
Y antes de que comenzara el entrenamiento matutino, se acercó a Zaiara para darle qué le pidió, esperaba que estuviera tranquila como la otra vez, pero también era posible que estuviera de los peores humores posible.
