El título se explica solo.
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Ninguna imagen, gif o vídeo son míos, derechos a quien los hizo.
Derechos de imágenes de la portada: Verkyzen.
Tampoco los personajes son míos, derechos a Rumiko.
Ya habían pasado tres días y Moroha buscaba desesperadamente a Sesshomaru, solo le pediría algo simple no era mucho ¿o sí?.
- al fin te encuentro - Moroha respiraba agitadamente, corrió mucho solo para alcanzarlo.
Sesshomaru ni siquiera la veía, solo le daba la espalda, sabía muy bien a lo que la adolescente venía.
- por favor tío sacalos de ahí - Moroha aún algo cansada se lo pide.
- no - sin seguir mirándola se niega.
- ¡¿QUE?! - se empieza a enojar - ¡oye son mis padres, no tenías por qué haberles hecho eso!
No lo entiendes, lo hice por algo.... le daba la espalda ignorando la.
Ella estaba muy enojada, no lo había buscado como que para el final le dijera eso, de sus ropas saca el labial que le habían dado y deja que su sangre demoníaca la consumiera.
Si no era por la buenas, iba a ser por las malas.
Tomando impulso se dirige a atacarlo, pero el había logrado esquivarla. Se enojó tanto de no poder hacerle algún daño que siguió atacando lo.
El solo la esquivaba y la veía sin expresión alguna, no la acaba por dos razones, la primera razón era que sí él le hacía algo lo más probable es que la dañaría, y dos, por qué era la hija de su hermano.
Moroha al ver que no lograba nada, decide sacar a Kurikaramaru y atacarlo aún más.
Apenas y logró hacerle un corte, pero nada más eso.
Sesshomaru no se sorprende pues ya veía venir eso, pero lo que si lo sorprendió fue lo que ella hizo.
De todo el enojo y la envidia que sentía logro hacer una espada similar a la de Inuyasha, esa espada se parecía demasiado a colmillo de acero.
- VIENTO CORTANTE - Moroha no sabía lo que decía pero solo sé dejó llevar por el impulso.
Sesshomaru seguía sorprendido, que no vio el ataque llegar hacia él, logrando dañarlo.
Moroha va hacia él con la intención de matarlo hasta que dos presencias llegan, poniendose delante de ella.
- Moroha basta - Setsuna ordena - está no eres tú.
- no tienes por qué hacer esto - Towa le pide.
No estaba en sus sentidos, solo las miraba con sus ojos rojos llenos de ira y enojó, con fuerza toma su espada y va directo a ellas.
Towa y Setsuna se ven, no querían dañarla pero tenían que hacer que se calmará o tranquilizara por lo que toman sus armas y pelean hacia ella.
Y aunque habían logrado detenerla por un rato, no bastó mucho para que las dos fueran lastimadas.
Moroha se dirigía a Setsuna, pero algo la detuvo.
- Hiraikotsu - un arma pasa enfrente de Moroha.
Hisui había llegado montado de Kiara, pero a su lado estaban Sango y Miroku.
- esto me recuerda cuando Inuyasha se convertía - Miroku ve a su esposa.
- ni lo digas - no quería recordar esos momentos, no es por qué le trajera malos momentos sino por qué era difícil controlarlo.
Los tres bajan de Kiara y van a pelear atacandola a ella. No duraron mucho pues sus armas no sirvieron de nada, ya que no lograron dañarla.
Sesshomaru, quien ya se había recuperado, miraba a la adolescente. Solo había dos personas que podrían calmarla.
Sin pensarlo por más tiempo saca la perla que escondía en sus ropas, y la alza dejando que algo saliera de ella.
- ¿acaso no son....? - Sango mira impresionada.
- ¿que? ¿quienes son? - Hisui ve a su padre.
- son viejos amigos - Miroku estaba igual que su esposa.
- te dije Aome que no interfirieras - Inuyasha la regaña.
- Inuyasha no sigas - lo mira enojada.
- ahh con que ahí estás Sesshomaru - Inuyasha ve al Yokai - me las pagarás.
- oigan - Towa se pone enfrente de su padre protegiéndolo - no quiero interrumpir esto pero.... tenemos un problema.
- niña no me interesa que problemas allá pero tengo asuntos pendientes con él - Inuyasha mira con rabia a Sesshomaru.
- pues Moroha no tardara en asesinarnos - Setsuna se pone al lado de su hermana.
- espera ¿que dijeron...? - Aome las ve detenidamente, se parecían a Sesshomaru.
Las dos gemelas señalan a la cuarta demonio quien miraba todo con odio.
- ¿acaso es Moroha? - Aome la ve preocupada.
- y al parecer su sangre demoníaca se apoderó de ella - Inuyasha junto a Aome van hacia ella.
. . .
Inuyasha sostenía a su hija por los brazos desde atrás, no quería dañarla era lo menos que deseaba.
- Moroha, por favor reacciona - Aome se acerca a ella - tranquila cariño.
La joven solo intentaba safarse del hombre para poder atacarla a ella, lo único que pensaba era en matar.
- Moroha soy yo, soy tu madre - la toma por las mejillas delicadamente.
Al parecer eso la tranquilizo pues dejo de intentar escapar y se dejó tocar.
- los dos estamos aquí Moroha - Inuyasha le habla.
- mamá, papá - los ojos de ella dejaron de ser rojos para regresar a la normalidad.
- aquí estamos hija - Aome le sonríe.
Para entonces Inuyasha ya había soltado a su hija, lo cual ella los abraza con algo de fuerza.
- están aquí - suelta pequeñas lágrimas.
- estamos aquí contigo - Inuyasha acaricia su cabello.
- no se vuelvan a ir - les pide en medio del abrazo.
- no lo haremos pequeña - Aome le promete - nunca nos iremos.
Towa y Setsuna se sonríen.
La familia estaba unida.
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