"𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒚𝒂𝒏 𝒗𝒊𝒗𝒊𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒆́𝒑𝒐𝒄𝒂, 𝒔𝒐𝒏 𝒕𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒐𝒄𝒖𝒍𝒕𝒂"
Los Vikingos es una de las más fantásticas, e interesantes épocas, pero también es u...
La vida que conocí, el reino que cree, las personas que ame... todo... desapareció.
Aún sigo sin creer que hayan pasado tantos años; pareciera que fue ayer cuando encontré a aquel que sería mi mejor amigo en ese bosque... indefenso y solo, igual que yo.
A causa de eso, ahora tengo el deber de proteger a cada ser viviente de este mundo... solo, como cuando era joven.
****
Fue poco antes de mi última respiración...
Abrí mis ojos lentamente, observando a mi esposa y mis hijos, quienes se encontraban a mi lado. Esperando a que fuera hora de irme al Valhala. Sabía lo que ocurriría después con mi cuerpo, pero eso ya no me importaba en lo más mínimo.
Mi madre hace mucho tiempo que se había ido, y antes de ella se fue Bocón....
Goberné en Berk como el jefe por más de 30 años, hasta que fue el momento de entregarle el mando a mi hijo Nuffink Haddock. Pasando el resto de mis días en paz, a lado de Astrid, observando como nuestros hijos hacían sus propias familias.
Tras esos años, ambos tuvimos que despedirnos de nuestros amigos. Aquellos con los que compartimos grandes momentos y quiénes eran los últimos vikingos que aún recordaban la época en la que los dragones un vivían en Beck.
Fue así como solamente quedamos Astrid y yo, como únicos testigos de la existencia y localización exacta de los dragones.
Ahora, con 68 años sentía como estaba cerca mi partida; observé a mi familia por última vez con una mirada calidad y cerré mis ojos lentamente... escuchando la voces de mis hijos, mi esposa y mis nietos despidiéndome.
Y ahí, en esa completa oscuridad y silencio me pregunte; ¿Volvería a ver a mi amado amigo en el Valhala?
Pero nunca llegue...
En cambió, volví a despertar.
Abrí lentamente mis ojos, encontrándome con la luz de la luna.
No sabía dónde estaba exactamente, mi mente era un completo caos. No fue hasta que me levanté que vi, que estaba acostado en el suelo, en medio de una pequeña isla y frente a esta... se encontraba Berk.
En ese momento no entendía lo que pasaba. Se suponía me encontraba en mi hogar, con mi familia en mi lecho de muerte ¿Qué estaba haciendo en una pequeña isla cerca de Berk?
Pase mis manos por mi cabello.
Fue ahí que me di cuenta de algo más.
¿Desde cuándo mi cabello era tan corto?
Desde hace años que había dejado crecer mi cabello, por lo regular lo tenía trenzado o suelto, igual que mi barba.
Así que recorrí mi rostro con las manos.
Ya no tenía barba; mi cabello estaba corto con unas pequeñas trenzas en la parte de atrás... como cuando tenía 20 años.
Gateando, me acerqué a la orilla y vi mi reflejo... en el agua ya no me veía como el Vikingo de 60 años en el que me había convertido, si no como al joven de 20 que fui hace mucho.
Esto debía ser una broma... ¡No podía estar pasando esto!
Seguí recorriendo mi rostro con las manos, aun sin creer lo que estaba ocurriendo.
Todo en mi cabeza era un caos. Se suponía que debería estar muerto... que ya no estaría aquí. Debería de estar en el Valhala junto con mi padre y Bocón ¡NO AQUÍ!
Debería estar con Chimuelo... no aquí...
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En ese momento, en el que acepte la cruel realidad.
Fuera como hubiera pasado, estaba en este mundo con un propósito y seguramente lo seguiría estando...
Pero, solo...
O al menos, eso creí.
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