Capitulo 29

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Tiempo

Donghae despertó desorientado, el lugar era blanco y estaba escasamente iluminado. Se sentía mareado, el techo giraba lentamente sobre el, cada respiro le dolía, ya no tenía otra máscara de oxígeno como el otro momento. Su mente empezó a trabajar, los recuerdos volvieron a el de un golpe, sintió las lágrimas caer por sus mejillas. El miedo, la sensación de asfixia lo golpearon, empezó a respirar más fuerte y el sonido se volvía más constante como el latido del corazón.

—Hae, cariño. Cálmate. - Susurra Hyukjae a su lado, lo toma de la mano y pone la otra en su hombro evitando que se levante.

Donghae rápidamente reconoce la voz, lo voltea a ver, esos ojos negros brillan de preocupación pero el solo puede apartar la mirada lleno de miedo. Empieza a temblar, aprieta los ojos y se niega a verlo, como lo podría mirarlo a la cara después de que lo traicionó una vez más. Después de todo lo que le ha hecho ¿Quién querría seguir casado con alguien como él? Una...puta.

—Hae, cariño.- Llama una vez más el moreno, una enfermera entra pero el la voltea a ver y le hace señales para que se vaya. La mujer titubea pero asiente antes de dejarlos solos una vez más.

Lo toma de las mejillas, siente las manos del castaño aferrarse a sus antebrazos, abre los ojos y lo ve. Las lágrimas caen mientras empieza a sollozar pidiéndole perdón. Su cuerpo se sacude, la respiración se vuelve pesada.

—No es tu culpa, Hae. No es tu culpa. Escuchame.- Habla con más fuerza, lo mueve un poco hasta que los sollozos se detienen, le duele la preocupación que hay en su esposo pero vuelve a llamarlo. —Hae, nada de lo que sucedió ha sido culpa tuya.

—El...el me tomó y yo no pude hacer nada. Perdóname, te falle una vez más.- Se lamenta en medio del dolor, se hunde en las sabanas y trata de desaparecer de ahí.

—No me importa, ese bastardo pagará por lo que te hizo.- Hyukjae duda, sabe por lo que pasó su esposo pero esta demasiado alterado y es la única forma de que se calme un poco más. Se inclina y lo besa, Donghae aguanta la respiración, se queda quieto, inmóvil.

Hyukjae se aparta lentamente, ve los ojos castaños incrédulos. Lo toma en brazos y lo ayuda a sentarse en la cama, ve la mueca de incomodidad al sentarse y la furia lo invade, no hacia Donghae sino al malnacido que le hizo eso. Trata de no hacerlo notar. Se sienta junto a él al lado de la cama y le dedica una sonrisa. Pasa los dedos largos y delgados por las hebras castañas, las peina hacia atrás con delicadeza, dejando el rostro descubierto, toma una de sus mejillas y se inclina para depositar un beso en la otra.

—No tienes idea de cuan preocupado y angustiado estuve, eres mi esposo y te amo. No eres menos o más por lo que sucedió, se que será difícil pero estaré aquí para ti y no me has defraudado.- Con los pulgares limpia las lágrimas que caen por las mejillas. —Solo me demostraste lo fuerte y valiente que eres. Y la maravillosa puntería que tienes.- Explica Hyukjae con tanto cuidado que le transmite calma.

—¿No...no me quieres dejar?- Susurra asustado. Donghae se siente como un cachorro de la calle, solo y perdido. Creyó que no tendría a nadie pero ahí estaba su esposo diciéndole esas palabras.

—Te amo y eso jamas cambiará.- Dice el mayor sonriendo con total sinceridad.

Donghae se deja caer en sus brazos, llora. Saca todo lo que siente mediante las lágrimas, en cada una de ellas, en cada sollozo e hipido está ese dolor y miedo, saca todo de su sistema lo mejor que puede. Se quedan ahí abrazados por horas, hasta que el sol salió y llegó a la mitad del cielo, brillando en lo alto.

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Donghae ve sus manos en su regazo, asimilando ño que Hyukjae y el doctor le han dicho. Se lleva las manos a su vientre aún sin comprender del todo. Al principio creyó que era de Sehun pero eso fue hace unos días y sería casi imposible saber eso. Además dijeron que tenía dos meses, fue poco antes de la boda, cuando ya empezaban a conocerse más. Era imposible que fuese de Sehun, al menos se siente tranquilo de saber que ese estúpido idiota nunca tuvo la oportunidad de dejarlo en cinta.

—Debes ganar peso, eso es indispensable. Tendrás una dieta estricta, con eso me refiero a que se te indicara exactamente que comer y en que cantidad. Siempre debe haber alguien contigo.- Explica el doctor con tranquilidad entregándoles la hoja con el itinerario. Hyukjae lo toma de la mano transmitiendo fuerza, el castaño lo acepta con una suave sonrisa.

—No entiendo, me dijeron que era estéril.- Dice el más joven exponiendo esa duda.

—Es muy difícil que quedes en cinta. Tuviste una vida sexual activa por seis años y hasta ahora lograste quedar embarazado. No eres estéril pero no puedes concebir con facilidad. Es...complicado. Si no lo quieres...

—Lo quiero, si quiero tener al bebé pero jamas creí que podría. No se...no se como...

—Hae, no solo será tuyo, será nuestro. Ese pequeño estará encantado de que tu seas su papá. Será difícil acostumbrarse a todo pero estaremos bien.- El asiente algo confundido, sus ojos se cierran casi solos y bosteza.

—Debe descansar señor Lee. - Dice el médico con amabilidad.

—Iré por un café y algo de comida, Tae se quedará contigo ¿De acuerdo?- Pregunta Hyukjae y el moreno solo asiente mientras se acurruca.

Cuando el mayor salio de la habitación Tae rápidamente se acerco a él, sus ojos castaños estaban tras unos enormes vidrios de los anteojos.

—¿Como se lo tomó?- Cuestiona ella curiosa por la respuesta y preocupada por toda la situación.

—Bien, tenía tranquilizantes encima, era consciente pero no se altero. Esta bien con lo del bebé pero aun lo noto algo confundido, no puedo imaginar como se siente.

—Se recuperará, con el tiempo y muy lento pero volverá a ser tu hermoso y caprichoso esposo. Ya lo veras.- Anima la castaña y Hyukjae lo esperara realmente lo hace, y aun no le dice que debe declarar, que irá al juicio a declarar.

MentirasWhere stories live. Discover now