escapando de mi realidad

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Pasaron aproximadamente dos semanas desde que me dieron el alta. Todavía me cuesta seguir avanzando un poco mas sobre mi, día a día. En si nunca me imagine haber tenido un accidente, tan solo fue en un abrir y cerrar de ojos, de aquel día solo recuerdo imágenes, flashes, y una voz que gritaba "cuidado" es todo lo que aparece en mi mente cuando pienso en ese día.

Lo que me recomendó el medico es que iniciara una terapia para poder amoldarme a la vida cotidiana, a lo que yo solía hacer y a poder hacer trabajos terapéuticos por mi salud, para estar mejor. Llegue a mi casa, mire a mi alrededor, era extraño, no reconocía ni mi propia casa, camine a mi cuarto mientras miraba algunas fotografías que estaban colgadas en la pared. Subí las escaleras hasta la parte superior hasta llegar a mi cuarto, abrí esa puerta de color creméis, el ambiente a confort tardo en aparecer, al lugar, aunque intentara, no lo recordaba de esa manera, era de un color beige, mi cama cubierta de una manta blanca, una biblioteca del lado derecho que se transformaba en escritorio, un ropero mediano, con algunas prendas de ropa, nada mal como para ser mi cuarto.

Seguí explorándolo con la mirada, delante de la cama, un piano y junto a este una guitarra, levante la mirada para ver un corcho con imágenes que tenia con mis amigos, pude identificar a Sergio de manera veloz, al igual que a Marcus; al resto del grupo estaba difícil diferenciar. Me senté en mi escritorio, abrí mi laptop, y al encenderla me pedía una contraseña-¿Qué podrá ser?-me dije a mi misma mientras miraba a mi alrededor intentando obtener respuestas, claramente no las tendría de esa manera, no podía ir a preguntarle a mi padre porque si es contraseña es porque ellos no pueden ingresar a esta.

Me senté en mi cama, mire al techo, pude identificar, rápidamente una de las estrellas que estaba pintada en el techo, que decía "inicio", me quede pensando en esa palabra, inicio.

Mis descubrimientos hasta ahora eran los siguientes: tengo un grupo de amigos en donde somos 20 personas, los amigos mas cercanos son Sergio, Marcus y Artu, los podría llamar mejores amigos, un chico se quiso acercar a mi engañando a los médicos sin comentar sus intenciones; hasta este momento no se identificar quien es Artu pero en cuanto lo sepa, lo sabre.

Volví a mirar a mi computadora, el silencio me estresaba y el no saber cual es la contraseña es lo que mas me comía internamente. Me levante de mi cama, camine hacia el baño que estaba dentro de mi habitación, mire a su alrededor buscando alguna pista pero lo único que podía encontrar era un baño mas blanco que las nubes del cielo, o mas blanco que un cuarzo blanco. Mi cabeza solo daba vueltas en descubrir aquella clave de mi computadora, porque quizás de esa misma manera puedo desbloquear mi celular.

Me pase media hora caminando de un lado para el otro sin tener un rumbo fijo; intente conseguir aquella pista, esperando a que me iluminara algún ser pero no pudo ser. Solo termine por rendirme y tirarme boca arriba en mi cama, y mirar aquellas constelaciones en el techo, solté una bocanada de aire antes de reincorporarme.

-Abigail! ven a comer cariño, ya esta servido el almuerzo-una voz masculina alzo la voz, haciendo que la joven dejara de hacer lo que estaba haciendo.

-Ahí voy papá-dijo la joven con una sonrisa de oreja a oreja.

Me levante de la cama, y me puse mis pantuflas de pandas, para después dirigirme escaleras abajo, al comedor en donde salía un olor esquicito. La primera imagen que apareció en mi mente al verlo a mi padre ahí parado con la bandeja de la comida en manos, fue cuando estaba mi mamá entre nosotros y mi hermana mayor, Carla, los cuatro sentados en la mesa compartiendo un muy buen rato; que lastima que esos ratos no son eternos y son poco duraderos.

Me acerque a la mesa y le di un abrazo fuerte a mi padre.

Mamá y papá están peleando otra vez, me senté enfrentada a mi hermana mientras que las lagrimas salían desconsoladamente de mis ojos; solo podíamos permanecer en silencio, ella estaba haciendo lo posible por hacerme reír, lo cual no funcionaba.

Me siento culpable cuando ellos se gritan, es como que siempre se pelean cuando aparezco yo, no se como si tuviese la ley de Murphy encima y provocara un vendaval en la familia.

-Abi, mírame, si, no es tu culpa, no estabas haciendo nada malo-dijo mi hermana mientras me abrazaba-.Tu eres fuerte, si, en caso de que mamá y papá se separen, yo me ire con mamá, pero tu... tu quédate con papá eres su persona favorita.

No entendía el porque me decía eso, solo se que la abrace mas fuerte que nunca;mamá entro en el cuarto y se la llevo a Carla sin despedirse de mi; las vi irse, las segui, pero había algo que me impedia el seguir mas allá, esa puerta alta de metal, no podía avanzar mas allá. Me di media vuelta y corri a los brazos de mi padre, llore horrores, pensé que volvería.

El recuerdo inundo mi mente, provocando que mis ojos se pusieran un poco rojizos; quien iba a pensar que desde chicas nos separarían, aun no se nada de su paradero...-no se-dije para mi misma,- eso es-.

-Abi en que piensas?-dijo el señor mayor mientras se sentaba en la mesa.

-Pa, vos tenes mi teléfono, cierto?-dijo la joven mirando a su padre, el cual asintió con la cabeza-después de comer me lo podrías dar, para poder ver una cosa.

-Claro que si, primero come, prepare tu comida favorita-dijo el señor mientras servía los platos de comida, una milanesa de carne con pure de papas.

Le di la mano, para que bendigamos la mesa, para después de bendecirla empezamos a comer; me lleve un pedazo a la boca lo que me hizo sonreír embobada, mire a mi padre con una sonrisa para luego tragar la comida que tenia en la boca.

-Esto esta riquísimo, es mucha mejor esta comida que la comida del hospital-dijo la joven, provocando que ambos se rieran.

-Es lindo tenerte de vuelta, mi pequeña-dijo el para luego hacer una pausa y beber un poco de agua.

-Pa ,perdón que pregunte, pero mucho no recuerdo, ¿me puedes confirmar si retome el contacto con mi hermana?-dijo la joven mientras que en un pestañar, la energía de la mesa se había puesto muy tensa.

-No lo se, la verdad, no es algo que me hayas contado, lo cual, si seria así, se me hace genial que lo hayas retomado, no me hace nada mas feliz que verte feliz-.

Durante el resto de la comida ninguno de los dos dijo nada, yo pensaba o bueno en si me imaginaba que algo le habría comentado a mi padre pero pareciera que no. Solo necesito recuperar lo que me queda de memoria, y aclarar a donde voy. Tengo dos opciones, retomar mi vida anterior, o mejorar al 100% mi vida y conseguir aquella felicidad.

Al terminar de comer, lleve las cosas a la cocina, estaba la muchacha que limpia, gertrudis, ella si me conoce desde que tengo memoria, me quede ahí con ella un rato ya que mi padre se había ido a dormir.

-Señorita, tiene que descansar, ¿porque no sube?

-Porque quiero hablar contigo-dijo la joven mientras miraba a la muchacha.

-¿De que quiere hablar conmigo?-preguntó mientras lavaba los platos-Ah, creo que ya se de que quiere hablar usted, No, no retomo el contacto con su hermana, si lo intento pero no le funciono ya que se puso la situación complicada según lo que usted me había comentado.

-¿Sabes como me paso el accidente?

Comenzó a sonar el teléfono de Gertrudis lo cual indicaba que me tenia que ir de ahí. Volví al comedor, vi mi teléfono ahí, ahí arriba de la mesa muy dañado, lo agarre y lo prendí -bien funciona-dije mientras escribía la contraseña: no se. Se desbloqueo automáticamente, dejando a la vista algunas aplicaciones, mucho no se veía ya que estaba el modulo un poco roto; camine a mi habitación, al entrar me senté en la cama, me tome los medicamentos correspondientes a esa hora y mire mi celular entre en algunas aplicaciones, entre esas, Whatsapp.

No me aparecían los mensajes viejos, habían muchos nombres que no encontraba o que no entendía quienes eran, solté una bocanada de aire y deje el teléfono a un lado de mi. Me estresaba el echo de no saber como agende a cada uno, o en si, quien era quien.

Me acosté boca arriba y cerré lentamente los ojos, sentía mis parpados pesar por lo que solamente decidí dormir, descansar, ya mañana seria un nuevo día.